La historia de Abraham se
encuentra en el primer libro de la Biblia, el Libro del Génesis.
Con Abraham fundó Dios en el
mundo la verdadera religión.
Vivía en la ciudad de Ur,
cerca de los ríos Tigris y Éufrates, cuando Dios le pidió el sacrificio de
alejarse de su tierra, que era muy fértil, y de su hermosa ciudad e irse a un
país desconocido y desértico, lejos de familiares y amigos. Abraham aceptó este
sacrificio, y Dios en pago le prometió que sus descendientes poseerían por
siempre aquel país.
Abraham deseaba tener un
hijo que prolongara su familia, y Dios permitió que su esposa fuera estéril y
que a la edad de 90 años Abraham todavía no lograra tener el hijo que tanto
deseaba. Sin embargo Nuestro Señor le prometió que su descendencia sería tan
numerosa como las arenas del mar y Abraham creyó a esta promesa de Dios, y esta
fe le fue apreciada y recompensada.
Dios se le aparece en forma
de viajero peregrino acompañado de dos ángeles disfrazados también y Abraham
los atiende maravillosamente bien. Dios le promete que dentro de un año tendrá
un hijo. Sara la esposa, que está oyendo detrás de una cortina, se ríe de esta
promesa, porque le parece imposible ya que ellos dos son muy viejos. Dios manda
que al niño le pongan por nombre "Isaac", que significa "el hijo
de la sonrisa". Y cuando el jovencito tiene 12 años, Dios pide a Abraham
que vaya a un monte y le ofrezca el hijo en sacrificio. Abraham acepta esto que
le cuesta muchísimo y cuando ya va a matar a Isaac, un ángel le detiene la mano
y oye una voz del cielo que le dice: "He visto cuán grande es tu
generosidad. Ahora te prometo que tu descendencia nunca se acabará en el
mundo". Y luego ve un venado enredado entre unas matas de espinas y lo
ofrece en sacrificio a Dios.
Los enemigos atacaron a la
ciudad donde vivía Lot, el sobrino de Abraham, llevándose a todos prisioneros.
Entonces el patriarca reunió a sus obreros y atacó por sorpresa a los enemigos
y libertó a todos los cautivos. En acción de gracias llevó a Melquisedec,
sacerdote de Jerusalén, la décima parte de todo lo que había conseguido. Desde
entonces quedó la costumbre de dar para Dios y para los pobres el diezmo, o sea
la décima parte de lo que cada uno gana.
Nuestro Señor le comunicó a
su amigo Abraham que iba a destruir a Sodoma por que en esa ciudad se cometían
pecados de homosexualidad. Abraham le rogó a Dios que no la destruyera si había
allí siquiera diez personas buenas. Pero como no las había, cayó una lluvia de
fuego y los mató a todos. Solo se salvó Lot, por ser el sobrino de Abraham.
Pero la mujer de Lot desobedeció la orden de los ángeles y al salir de la
ciudad se puso a mirar hacia atrás y quedó convertida en estatua de sal.
Abraham fue padre de Isaac,
del cual nacieron Esaú y Jacob. Los hijos de Jacob se llaman los doce
Patriarcas, de los cuales se formó el pueblo de Israel. Dios le cambió el nombre
de Abrán, que significa "padre", por el nombre de
"Abraham", que significa: padre de muchos pueblos.
La S. Biblia alaba a Abraham
porque creyó contra toda esperanza y porque nunca dudó de que Dios sí cumple lo
que promete, aunque parezca imposible.
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