Ángela
Peralta Castera nació en la Ciudad de México el 6 de julio de 1845—murió en Mazatlán, el 30 de agosto de 1883 fue una cantante soprano mexicana del siglo XIX de
fama mundial, conocida como «El ruiseñor mexicano» y
llamada en Italia «Angelica di voce e di nome».
Antes de los 20 años conquistó los principales escenarios europeos.
Provenía de
una familia de origen humilde y recibió una buena educación, mostrando un
especial talento para el canto desde su infancia. Fue alumna de Agustín
Balderas quien fuera miembro del jurado del concurso para musicalizar el Himno Nacional. A los ocho años fue muy aclamada cuando cantó la
cavatina Belisario de Gaetano Donizetti.
Continuó
sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música de México, a
los quince años personificó a Eleonora de Il trovatore de Giuseppe Verdi, debutando así, en el Teatro Nacional. Animada
por el éxito y por su padre, emprendió un viaje de gira a Europa.
El 13 de mayo de 1862 debutó
en la Scala de Milán con Lucia di Lammermoor de Gaetano Donizetti con
gran éxito.
Cantó La Sonámbula de Vincenzo Bellini ante Víctor Manuel II y
su esposa, saliendo en treinta y dos ocasiones al palco escénico para agradecer
las ovaciones, comenzando
un éxito rotundo en giras por Roma, Turín, Florencia, Bolonia, Lisboa, Alejandría, Turín, Génova, Nápoles, San Petersburgo, Madrid, Barcelona y El Cairo
durante 1863, 1864 y
gran parte de 1865.
El emperador Maximiliano I de México le pidió a regresar a México para cantar en el Teatro Imperial Mexicano y en octubre de 1865 aceptó la invitación. El 20 de
noviembre fue recibida
por los artistas del Teatro Imperial, por los alumnos de la Academia de San Carlos, intelectuales, músicos y por la población en general que la
vitoreó en los barrios de San Antonio Abad, Portales, Mexicaltzingo e
Iztapalapa.
Entre su repertorio favorito cantó La
sonámbula, I Puritani de Bellini, Martha de Friedrich von Flotow, Il barbiere di Siviglia de Gioachino
Rossini, Lucia
di Lammermoor, La fille du régiment, L'elisir d'amore de Gaetano Donizetti, Il trovato rey La Traviata de Giuseppe
Verdi. Compartió créditos con Enriqueta Sulzer, César Limberti, y
Mariano Padilla bajo la batuta de Carlos Bosoni. La temporada se prolongó hasta
abril de 1866. Durante el mes de febrero estrenó la ópera Ildegonda del compositor mexicano Melesio
Morales.
En 1866 cantó para los emperadores Maximiliano I de México y Carlota de México y se le nombró «Cantarina
de cámara del imperio» provocando
la repulsión del escritor Ignacio Manuel Altamirano ya que un año después la cantante
cantó I Puritani de Vincenzo
Bellini «a beneficio
de la guerra contra los invasores» en el puerto de Veracruz.
Realizó presentaciones en Guanajuato, León, San Francisco del Rincón.
En Guadalajara inauguró el Teatro Juan
Ruiz de Alarcón hoy Teatro Degollado.
Ante la caída inminente del régimen
imperialista, se trasladó al puerto de Veracruz y se embarcó a Europa
En 1867 partió de nuevo a Europa, y se
presentó en Italia y España. En Madrid,
contrajo matrimonio con su primo hermano y literato Eugenio Castera lo cual significó su declive
dedicándose a componer pequeñas piezas.
Después de cuatro años y medio,
regresó a la Ciudad de México el 6 de mayo de1871. Ahí estrenó la ópera Guatemotzin de Aniceto Ortega de Villar el 13 de septiembre de 1871. El Teatro Nacional de México había recuperado su nombre, alternó
con Enrique Tamberlick, con el francés Gasseier, la Visconti, la Tomasi,
Verati, Testa y Mari, bajo la dirección de Enrique Moderatti y Melesio Morales.
Justo Sierra,
impresionado por su voz le dedicó un poema. En esta época la prensa escribe de
ella:
La Sra. Peralta, como de
costumbre, entusiasmó á la concurrencia, y este entusiasmo llegó a su colmo
cuando Ángela cantó la aria del delirio. Nuestro Ruiseñor se hace cada día más
digno de la fama que ha conquistado, y el público mexicano encuentra en ella á
su artista más querida Un inmenso número de ramilletes fue arrojado á la
escena, y los mas entusiastas bravos y los
aplausos mas justos fueron el homenaje tributado á la artista.
En 1872 / 1874 realizó una tercera
gira por Europa, Inició sus presentaciones nuevamente en Italia y prolongó su
estancia por más de tres años. Regresó a México en 1877, y cantó en el Teatro
Nacional Aída de
Verdi, y Gino Corsini de Melesio Morales. Se enamoró de su
administrador Julián Montiel Duarte, y fundó su propia compañía operística.
Cuando el público se enteró se su amorío dejó de apoyarla.5 Por la enfermedad de Castera estuvo
impedida de seguir realizando giras en 1876 recluyéndolo en un hospital en París donde murió en el mes de marzo.
Después de un periodo de luto se dedicó en México a organizar el estreno del
Requiem de Giuseppe Verdi y de la ópera Gino Corsini de Melesio
Morales. En esa época, su amante, el escritor Julián Montiel y
Duarte, publicó su Album Musical de Angela Peralta, que
contiene 15 composiciones de ella.
Viajó por el norte de la República
mexicana.
Se presentó en Querétaro, Celaya, Aguascalientes, Zacatecas,
Guanajuato, San Luis Potosí y Morelia,
en el Teatro Progreso de Monterrey,
en Saltillo, en Saltillo, Durango y La Paz. Al llegar a Mazatlán cantó Il
trovatore y Aída,
pero fue víctima de una epidemia de fiebre
amarilla. Contrajo
nupcias in articulo mortis con Julián Montiel y Duarte, falleció
el 30 de agosto de 1883 a la edad de 38 años. Sus restos
mortales fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres en abril de 1937.
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