General José
Lucio Blanco Fuentes fue un general mexicano que participó en la Revolución mexicana.
Lucio Blanco nació el 21 de julio de 1879, en Villa de Nadadores,
Coahuila, hijo del comerciante Bernardo Blanco y de un ama de casa llamada
María Fuentes, quien durante su desarrollo escolar anduvo en distintos lugares
como Saltillo, Texas y Múzquiz, donde se destacó por ser un estudiante
distinguido. Blanco fue de los primeros hombres en seguir a Venustiano Carranza
contra Victoriano Huerta, en febrero de 1913, además de ser uno de los
firmantes del Plan de Guadalupe. Según señala la historia, el general Lucio
Blanco Fuentes nunca se casó y su familia directa no ha conocido aún ningún
descendiente directo de él.
Lucio Blanco Fuentes, ingresa a las filas de los hermanos Flores Magón
en 1906. Participa en la revolución de 1910 y al triunfo de Madero, combate a
los sublevados orozquistas y obtiene el grado de Teniente Coronel en 1911.
Después de la Decena trágica, la que culmina con la traición y asesinato de
Madero por Victoriano Huerta, Lucio Blanco combate al gobierno de Huerta
incorporándose a la Revolución Constitucionalista firmando el Plan de Guadalupe
el 26 de marzo de 1913, su hermano menor Bernardo Blanco Fuentes, nacido en
Múzquiz en 1892 que era Teniente bajo su mando, también firmó.
De origen campesino, militó desde 1909 en las filas antirreleccionistas
y fue de los partidarios de Madero. Al producirse la rebelión armada se afilió
a ella. Una vez triunfante, sirvió al gobierno maderista contra la rebelión
orozquista.
Fue de los primeros en seguir a Venustiano Carranza contra Victoriano
Huerta en febrero de 1913; fue uno de los
firmantes del Plan de Guadalupe y con el grado de Teniente
Coronel comandó el Regimiento de “Libres del Norte”, con sesenta soldados. En los primeros días
de junio de 1913, las fuerzas revolucionarias al mando del general José Lucio
Blanco Fuentes, tomaron la ciudad de Matamoros, Tamaulipas; en breve, el
general revolucionario formó una comisión agraria, que el 6 de agosto rindió su
informe sobre los trabajos que había realizado a favor de “las clases desheredadas
del país” y, en seguida, el general, acompañado de sus hombres de confianza
como Francisco J. Mújica, Heriberto Jara, Manuel Urquidi y Juan Barragán,
procedió a fraccionar la hacienda “Los Borregos”, propiedad de Félix Díaz. Con
este reparto de tierras, Lucio Blanco entra a la historia como un agrarista
pionero en la materia. Esta intrépida acción lo enemistó con Venustiano
Carranza quien le quitó el mando de sus tropas y lo mandó a Sonora bajo las
órdenes de Álvaro Obregón. Aceptó ponerse bajo el mando de Álvaro Obregón y al frente de la
caballería del Cuerpo del Ejército del Noroeste, en la que también destacó Rafael Buelna,
realizó grandes hazañas, como los ataques a Orendáin y El Castillo, donde se
derrotó al general Mier.
Su relación con Álvaro Obregón, Venustiano Carranza y Pablo González Garza fue la típica entre
grandes personalidades cuyo éxito depende del opacamiento del otro. En términos
militares Blanco se caracterizó por su ímpetu; en la política por su
independencia. Blanco fue el caudillo militar favorito de la simpatía y del
éxito en los albores del movimiento, opina Juan Barragán. No creo que la
Revolución haya producido otro caudillo militar del empuje y arrastre de Lucio
Blanco.
Asistió a las primeras juntas de
Convención de Aguascalientes, en la que se eligió a Eulalio Gutiérrez Ortiz
como presidente interino de México. Al tener que volver al combate a lado de
Villa, dejó como representante al Coronel Ramón Ollervides. En los días de la
Convención de Aguascalientes figuró en primera línea y el gobierno emanado de
esa asamblea tuvo como ministro de Guerra a Lucio Blanco. Ante la escisión de 1914, dejó el Ejército Constitucionalista y se unió a la
Convención. Como era jefe militar de la Ciudad de México, su
postura obligó a Venustiano Carranza a
buscar refugio en Veracruz. Durante el gobierno de la Convención figuró en Primera
Línea como secretario de gobernación durante la presidencia de Eulalio Gutiérrez Ortiz. Por su enemistad con Francisco Villa, el pertenecer al grupo independiente de la
Convención lo hizo salir del país, a Estados Unidos.
Regresó poco después apoyando a Venustiano Carranza, pero fue aprehendido y
juzgado por un consejo de guerra, siendo defendido con éxito por José Urueta.
El Triunfo del Plan de Agua Prieta lo lanzó de nuevo al
exilio, pero desde Texas, junto con Francisco Murguía, tramó un complot para vengar
a Carranza e iniciar un movimiento antiobregonista. Con engaños fue invitado
por Ramón García que trabajaba para Álvaro Obregón a cruzar el Río Bravo para
ir a Nuevo Laredo a entrevistarse con un coronel del Ejército Mexicano. Accedió
Lucio Blanco a cruzar el Río Bravo acompañado de Ramón García y el coronel
Aurelio Martínez, al momento de abordar, Ramón García, tiende una mano a Lucio
Blanco como para ayudarlo y en ese momento le pone una esposa en la mano
derecha, el otro aro lo coloca en la mano izquierda del coronel Martínez. Como
ya estaba planeado, del lado mexicano ya los estaban esperando 20 hombres del
40 regimiento con el comandante de la aduana Jesús Anaya Terán. Lucio Blanco se
avienta al agua y se lleva con él a Ramón García y al coronel Martínez, el
comandante Anaya con sus hombres empiezan a disparar sin importarles matar
también al traidor Ramón García. Este último y el coronel Martínez son heridos
y muertos y el peso del cuerpo del coronel Martínez impide a Lucio Blanco nadar
y muere ahogado. Los cuerpos de los tres son encontrados flotando sobre las
aguas del Río Bravo.
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