El general Pascual
Orozco Vázquez fue un revolucionario mexicano que se inició apoyando el Plan de San Luis de Francisco I. Madero. Tras
el triunfo de la revolución fue
jefe de las tropas irregulares en el Estado de Chihuahua, levantándose después
contra el gobierno maderista, siendo absorbido por la reacción encabezada por Victoriano Huerta que lo nombró General de Brigada
Nació el 28 de enero de 1882 en la Hacienda de Santa Inés, muy
cerca de San Isidro, en el municipio de Guerrero, Chihuahua.
Sus padres fueron Pascual Orozco y Amada Orozco y Vázquez. Contrajo
matrimonio con Refugio Frías y en su juventud se dedicó a transportar metales
preciosos entre las compañías mineras del estado, lo cual le permitió en poco
tiempo comprar su propia mina de oro. Fue tío de Maximiano Márquez Orozco, Coronel de la
Revolución quien estuvo localizado en Madera, Chihuahua. A comienzos del siglo XX se interesó en las ideas de los
Hermanos Flores Magón y en 1909comenzó a importar
armas desde los Estados
Unidos ante el
inminente estallido de la Revolución mexicana.
El 31 de octubre de 1910 fue nombrado jefe revolucionario del
Club Antirreleccionista "Benito Juárez" del Distrito de Guerrero.
Siete días después de iniciada la guerra obtuvo su primera victoria ante el
general Juan N.
Navarro. Tras emboscar a las tropas federales en el Cañón del Mal
Paso el 2 de enero de1911, ordenó desnudar los
cadáveres del ejército y envió los uniformes al Presidente
Díaz con una nota que
decía: "ahí te van las hojas, mándame más tamales" Su
actitud belicosa le hizo ascender rápidamente posiciones entre las tropas maderistas y
alcanzó el rango de general, teniendo entre sus subordinados a Francisco
Villa.
Tras la toma de Ciudad Juárez,
Madero nombró su primer gabinete provisional y otorgó a Venustiano Carranza el Ministerio de Guerra, una
posición que Orozco ambicionaba. Tras irrumpir una junta de gabinete el 13 de mayo de 1911, Orozco y Villa
comenzaron a mostrar signos de rebeldía hacia la jerarquía maderista.
Tras la renuncia del Presidente Díaz,
Orozco fue nombrado comandante de los Rurales en Chihuahua y
candidato a gobernador por el Club Independiente Chihuahuense, una organización
antagónica a Francisco I. Madero. Después de recibir varias amonestaciones por
parte de la jerarquía revolucionaria se vio obligado a renunciar a dicha
candidatura el 15 de julio de 1911. Posteriormente se
negó a combatir las tropas de Emiliano
Zapata en el sur del
país y convocó a una rebelión contra Madero el 3 de marzo de 1912. Orozco financiaba la
rebelión con su propio capital.
Madero ordenó a Victoriano
Huerta combatir la
rebelión. Las tropas de Huerta vencieron a los orozquistas en Conejos, Rellano
y Bachimba, y consiguieron tomar Ciudad Juárez. Tras caer herido en Ojinaga Orozco se vio obligado a huir hacia
los Estados
Unidos. Después de vivir por algunos meses en la ciudad de Los Ángeles consiguió regresar a Chihuahua pero
sumamente enfermo, aquejado por periódicos ataques de reumatismo.
Fortalecido por su campaña ante
Madero, Orozco regresó a la Ciudad de México. Días después, Orozco y
Huerta, antes acérrimos enemigos, unieron sus fuerzas el 27 de febrero de 1913. El gobierno golpista
de Huerta aprovechó la alianza de Orozco y ordenó a éste que enviara a
negociadores al lado de Zapata para intentar convencerlo de que se les uniera,
la misión fracaso por completo, el mensajero su padre fue fusilado por órdenes
del Caudillo del Sur quien
le mando decir que: la Revolución adherida al Plan de Ayala no estaba dispuesta a tratar con
traidores. Y junto con el coronel Pascual Orozco, padre, fueron fusilados Luis
Cajigal y Emilio Mazari. Orozco jamás pudo enfrentar a Zapata en batalla quiso
vengar a su padre en un principio, ya que Huerta lo mandaría a luchar contra Francisco
Villa en el norte,
quien lo derrotó en la batalla de Ojinaga; el gobierno de Huerta fue efímero y
tras el triunfo del Ejército Constitucionalista, Orozco tuvo
que acompañarlo al exilio en los Estados Unidos. Ambos planeaban una nueva
rebelión en la ciudad de El Paso pero fueron condenados al arresto domiciliario por el gobierno
estadounidense del presidente Woodrow
Wilson.
Orozco logró escapar y de regreso a
México fue asesinado en una incursión a territorio texano el 30 de agosto de 1915. El reporte oficial
indicaba que Orozco había cruzado por el rancho de Dick Love y había obligado al cocinero a
prepararle un almuerzo y atender sus caballos. Al llegar el propietario se
dieron a la fuga, por lo cual Love y algunos miembros de la Caballería de los Estados Unidos y la Policía de Texas comenzaron a
seguirlos y les dieron alcance en las montañas Van Horn, ocho millas al sur de Lobo, Texas. Al
encontrarlos habrían disparado y Orozco y sus hombres cayeron muertos. Otras
versiones aseguran que Orozco habría muerto resistiéndose al robo de sus
propios caballos por parte de Love. El 7 de octubre se inició un juicio en contra de los
involucrados pero la justicia estadounidense los encontró inocentes de todos
los cargos.
El 3 de
septiembre de 1915 Orozco fue sepultado en la ciudad de El Paso,
Texas. En 1923 sus restos fueron trasladados al
estado de Chihuahua, en territorio mexicano.
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