viernes, 7 de noviembre de 2014

VICENTE GUERRERO



Vicente Ramón Guerrero Saldaña nació en Tixtla, Guerrero; el 9 de agosto de 1782. Murió en  Cuilápam, Oaxaca; el 14 de febrero de 1831 fue un político y militar mexicano, militante y jefe de la insurgencia en la etapa de Resistencia 1816-1821 de la guerra de Independencia de México.

Pactó la independencia con Agustín de Iturbide, lo cual se sella con el Abrazo de Acatempan el 10 de febrero de 1821. El 24 de febrero se promulga el Plan de Iguala con el cual se unen los ejércitos insurgente y realista formando así al Ejército Trigarante. Finalmente, el 27 de septiembre, el Ejército Trigarante entra a la Ciudad de México, consumándose así la independencia mexicana.


Por Decreto del 16 de noviembre de 1833 fue declarado Benemérito de la Patria y en 1849 se creó en su honor el Estado de Guerrero.

Pasó sus primeros años haciendo labores con su padre y tíos en los oficios y negocios de su familia. Aunque general y erróneamente se cree que el oficio de arriero que ejercían varios miembros de su familia le presuponían un origen humilde que le cerró la oportunidad de realizar estudios avanzados recibiendo solo la educación más elemental en la parroquia de su ciudad natal, esta concepción se debe a una disfasia conceptual temporal. A principios del siglo XIX, su natal Tixtla era uno de los centros más poblados y productivos del Sur de México y durante la época virreinal, el ser arriero de oficio y bien establecido permitía privilegios como el de poseer animales de carga, caballos y mulas, portar armas para protegerse de los salteadores de caminos, ejercer el comercio y tratar directamente con los comerciantes más ricos. Así pues, la prosperidad de su padre como campesino, arriero, comerciante, y armero, la posición de su tío Diego Guerrero dentro de la milicia española, y el empeño de su familia le permitió una educación de lo más completa para la época a través de profesores particulares.

Su padre, Juan Pedro Guerrero Soriano, y dos de sus hermanos, Juan Pedro y Manuel, se dedicaban a la armería, por lo que Guerrero aprendió a manejar, dar mantenimiento, reparar y forjar armamento como espadas, fusiles y cañones. Era también responsabilidad de los armeros almacenar el armamento del ejército regional. Su tío y uno de sus hermanos ambos llamados Diego pertenecían a la milicia española, bajo las órdenes del Capitán Antonio Galeana, de Tecpán y del subteniente Víctor Bravo, de Chilpancingo. Esto permitiría a los jóvenes Guerrero desenvolverse entre ejercicios de tiro y combate cuerpo a cuerpo, revistas de armamento y prácticas de maniobras militares. Por el negocio de arriería de su padre, se convirtieron además en hábiles jinetes. Por la arriería llegarían también a conocer a detalle todo el sur y suroeste incluido el camino hacia Ciudad de México, a coordinar y movilizar hombres y carga, y a sobrevivir al aire libre, en los montes y bosques. Aprendieron también a leer y a escribir y a manejar los números y las matemáticas básicas, además de adquirir algunos conocimientos rudimentarios de mecánica práctica necesarios para realizar sus oficios. No adquirieron la formación de un jurista, un literato, un teólogo o un militar burgués, ni estaban acostumbrados a los tratos de la vida urbana —razón por la cual posteriormente se etiquetaría frecuentemente a Guerrero como carente de educación—, sin embargo su preparación 'de campo' era de las más formales de la época, pues adquirieron habilidades que no estaban al alcance de la mayoría de la población del virreinato.

Las habilidades adquiridas durante su juventud le servirían para combatir a los realistas durante la Guerra de Independencia. Guerrero no solo era hábil con la espada, el sable, la pistola, el fusil y la bayoneta tanto a pie como a caballo, sino también con la lanza, la reata y el machete, armas que en manos de los insurgentes surianos llegarían a ser temidas por los realistas. El conocimiento del territorio suriano también llegaría a ser una ventaja importante en las futuras batallas, al igual que la habilidad de Guerrero para construir fortines provisionales sobre cerros y tierras altas para defender los poblados y posiciones bajo su control. La artillería sería también otra novedad con la que los realistas se toparían en el suroeste: los insurgentes llegaron a fundir campanas y máquinas de sus haciendas para construir cañones y fusiles, además de utilizar aquellos que tomaban de los realistas. Guerrero establecería una fundición para forjar armamento y una casa de moneda, fabricando también pólvora y municiones.

Aunque de familia considerada a menudo humilde, su padre, Pedro Guerrero, era bien conocido y respetado, llegando el gobierno virreinal a indultar a prisioneros insurgentes por intervención suya. Los Guerrero mantenían relaciones comerciales con los agricultores y hacendados importantes del sur, como los mismos Bravos y Galeanas.

Contrajo matrimonio con Guadalupe Hernández, con quien tuvo una hija, Dolores Guerrero. Fue abuelo del político, intelectual y militar mexicano Vicente Riva Palacio.

Tras estallar la guerra de independencia, fue testigo del arribo de las tropas de José María Morelos e Isidoro Montes de Oca a Tecpan, siendo convencido ahí mismo de unirse al movimiento. Comenzó su carrera militar en 1810 bajo las órdenes directas de Hermenegildo Galeana. Debido al carácter aguerrido, arrojo y valor que caracterizaba a ambos, dicha mancuerna sería después conocida por su liderazgo, tras dirigir y participar en furiosas cargas de caballería y feroces embates de infantería. Su incorporación y la de los demás combatientes del Sur produjo un cambio en la estrategia militar de los insurgentes, ya que los surianos preferían el ataque frontal al enfrentar a los contingentes realistas y daban preferencia a la formación de cuerpos militares bien organizados. En 1811, ya con el grado de capitán, el Gral. José María Morelos lo comisionó para atacar la población de Taxco.

Vicente Guerrero se distinguió en la batalla de Izúcar, el 23 de febrero de 1812, donde como segundo al mando del General Mariano Matamoros derrotan al General Brigadier Ciriaco del Llano. El 23 de julio de 1812 participa en el Sitio de Huajuapan, donde su caballería, en combinación con la de Hermenegildo Galeana, derrota al capitán realista Juan Antonio Caldelas, uno de los principales defensores, siendo Guerrero el primero en romper el cerco. La victoria insurgente en Huajuapan hacía fácil la toma de la Ciudad de Oaxaca, recomendada por Guerrero y Valerio Trujano. Sin embargo, en lugar de ello, Morelos decide partir hacia Tehuacán. Guerrero continuó bajo las órdenes de Morelos, siendo comisionado para combatir en el sur del estado de Puebla.

Tras la victoria de los realistas en la Batalla de Puruarán, Gabriel de Armijo toma Chilpancingo obligando al Congreso de Anáhuac a movilizarse. Guerrero se encarga de custodiarlos y escoltarlos al mando de un regimiento de 400 hombres. Después es comisionado por Morelos para combatir en los estados del sur de México, a donde se dirige llevando consigo solo un asistente. A comienzos de 1816, con la muerte de José María Morelos, la mayoría de los jefes insurgentes se retiran de la lucha y esta declina. A pesar de ello, Guerrero continúa combatiendo en los estados del sur durante el periodo llamado de Resistencia. Al igual que otros insurgentes surianos, se distinguió por organizar y contar con milicias profesionales, con buenos jinetes y hombres hábiles en el uso de las armas y la artillería. Fue derrotado en la Batalla de Cañada de Los Naranjos, pero luego venció a Zavala y Reguera en Azoyú, y a Samaniego y a La Madrid en Piaxtla. El 15 de septiembre y el 30 de septiembre de 1818 venció al Comandante del Sur José Gabriel de Armijoen las Batalla de El Tamo y la Batalla de Cerro de Barrabás casi aniquilando a sus contingentes realistas. El 5 de diciembre de 1819 es derrotado en la Batalla de Agua Zarca, logrando escapar de los realistas.

Al igual que otros líderes de la insurgencia en el sur, Guerrero equipó, entrenó y uniformó a sus hombres de la mejor manera posible. El grupo militar más cercano a él, bajo sus órdenes directas, era conocido como el Regimiento de San Fernando, el cual estaba formado inicialmente por 500 soldados. Guerrero recibió licencia de formarlo tras alcanzar el grado de Coronel. El regimiento se destacaría por su valor y destreza a lo largo de la lucha armada, convirtiéndose en uno de los regimientos de élite de la insurgencia. Justo después de su formación, lograron derrotar a las fuerzas más numerosas del realista La Madrid, quién los había subestimado. La milicia de Guerrero creció con el tiempo, estando otros regimientos al mando de sus subordinados.

El 14 de enero de 1831 en la playa Tlacopanocha, en Acapulco, Vicente Guerrero recibió la invitación a almorzar con el capitán del bergantín Colombo, Francisco Picaluga, mercenario genovés. Una vez a bordo, él y sus colaboradores fueron aprehendidos sorpresivamente. De inmediato, el barco levaría anclas. La traición ocurrió a cuenta de 50 000 pesos que había ofrecido el ministro de Guerra José Antonio Facio, por indicaciones del vicepresidente, Gral. Anastasio Bustamante, líder de la sublevación en contra del Presidente Guerrero.

Guerrero fue transportado al puerto de Santa María de Huatulco, fue entregado a cuatro oficiales que esperaban el arribo de la embarcación en la playa que desde entonces se denomina La Entrega, entre ellos se encontraban el capitán José Miguel González, el teniente Fuentes y el alférez Maciel del 4° de Caballería. El 25 de enero, Guerrero comenzó a ser interrogado por el fiscal José María Llanes, capitán del batallón activo de Jamiltepec. Llanes enfermó durante el juicio militar, por tal motivo Joaquín Ramírez y Sesma ordenó a Nicolás Condelle continuar el proceso como juez-fiscal y al alférez del 11° regimiento, Juan Ricoy, como secretario. El defensor fue el subteniente Francisco Cosío. Guerrero fue condenado a la pena de muerte. Fue fusilado el 14 de febrero de 1831 en Cuilápam, Oaxaca.

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