María Rita
de la Trinidad Pérez Jiménez nació en Cañada del
Cura, el 23 de mayo de 1779. Murió en San Juan de los
Lagos, el 27 de agosto de 1861, mejor conocida como Rita Pérez de Moreno, fue militante de la insurgencia durante la Guerra de Independencia de México.
Rita Pérez era hija del matrimonio
formado por José María Máximo Pérez-Franco y Sáenz de Vidaurri y Rafaela
Margarita Jiménez de Mendoza y de Covarrubias, una familia de hacendados de Los Altos de Jalisco.
Contrajo nupcias con Pedro Moreno, con quien procreó cuatro
hijos: Luis, María Guadalupe nacida en 1813, Prudenciana y Severiano. Se unió a
la lucha independentista junto con su esposo.
En el Fuerte del Sombrero, Rita
se encargaba de cocinar y repartir la comida, así como de curar a todos
aquellos rebeldes que resultaran lesionados en los combates hasta que fue hecha
prisionera llegando a ser la administradora y un brazo fuerte de la lucha
armada.
Junto con sus hijos padeció los
horrores de la guerra. En 1813, su hija María Guadalupe, fue hecha prisionera
por un jefe realista para servicio de la monarquía española.
Sufrió la pena de ver morir a su hijo
de quince años Luis Moreno el 10 de marzo de 1817 mientras combatía a las tropas
realistas en el combate. Rita Pérez de Moreno en estado de preñez y sus
pequeños hijos: Josefa, Luisa, Severiano y Prudencia son tomados prisioneros
por los realistas el 19 de agosto de 1817 durante el ataque de los realistas al Fuerte del Sombrero y lograron huir Javier Mina y Pedro Moreno entre otros. De ahí fue conducida a la
cárcel de León Guanajuato y posteriormente a Silao.
En dicha población su hija Prudencia
muere de un año un mes de nacida por hambre y posteriormente, Severiano de dos
años y medio por los maltratos y la desolación de las cárceles. Recibió la
fatal noticia de la muerte de su esposo don Pedro Moreno asesinado el 27 de octubre de 1817
durante el ataque de los realistas al rancho de El Venadito. Fue liberada hasta
1819 por el virrey Juan Ruiz de Apodaca.
Volvió a Lagos de
Moreno entre penurias
a causa del acoso y el despojo de sus propiedades por parte de los realistas,
donde falleció.
Múltiples veces se ha honrado su
nombre y memoria por ser una heroína destacada del movimiento independentista
mexicano.
Su nombre está inscrito en letras de
oro en el Salón de Sesiones del Poder Legislativo del Estado de
Jalisco por decreto
número 8,473 del 4 de enero de 1969. En 2010 se anunció que los restos de Rita
Pérez Jiménez serían trasladados a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. El acto había sido considerado en 1955 por Agustín Yáñez, gobernador de Jalisco,
pero después de una investigación se determinó que los restos de la heroína
habían pasado a formar parte del osario común del cementerio de San Juan de los
Lagos en 1927, por lo que no podría realizarse.
Finalmente, durante la séptima sesión
de la Comisión de Cultura del Congreso del Estado de Jalisco, la diputada Rocío
Corona Nakamura comentó que el Instituto de Ciencias Forenses del Estado
confirmó que los restos exhumados de la tumba de Rita Pérez de Moreno son legítimos. El 27 de agosto de 2010 los restos de la heroína arribaron a
la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres tras una ceremonia con cortejo fúnebre
que inició en Palacio de Gobierno junto con la develación de su estatua creada
por el escultor Rubén Orozco Loza
En la Casa de la Cultura de la ciudad
de Lagos de
Moreno, el 5 de mayo de 2010, se llevó a cabo la
presentación del libro “Doña Rita, heroína y benemérita de Jalisco”, escrito
por Rogelio López Espinoza con una tirada de 2 mil 500 ejemplares
que se distribuyeron en diferentes partes del estado de Jalisco.
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