María del
Carmen Serdán Alatriste; Puebla de Zaragoza, 1875 - 1948 Heroína de la
Revolución Mexicana de 1910 entre cuyas cualidades se destaca la fortaleza y
tenacidad de su carácter y su brío y valor en la lucha contra la dictadura de
Porfirio Díaz. Junto a su hermano Aquiles, que lideraba el alzamiento en
Puebla, participó en el primer enfrentamiento armado de la Revolución.
Hija de
Manuel Serdán y Carmen Alatriste, su madre contaba entre sus ancestros con un
ilustre general, el liberal Miguel Cástulo Alatriste, bisabuelo de la pequeña
Carmen. Tras las primeras letras, recibió una cuidada educación en el Colegio
Teresiano. La prematura pérdida del padre cuando contaba siete años de edad
forjó el fuerte carácter de Carmen, que tuvo pronto que asumir
responsabilidades familiares y ocuparse de sus hermanos menores, Natalia,
Aquiles y Máximo.
En el
marco del ocaso de la dictadura porfirista, los hermanos Serdán abrazaron la
causa anti-reeleccionista que lideraba Francisco I. Madero. En 1909 Aquiles
Serdán fue elegido presidente de la sección de Puebla del Partido Nacional
Antirreleccionista. Como tal estaba en el punto de mira de las autoridades, a
las que había logrado eludir gracias a sus tretas y la ayuda de Carmen, quien
por otra parte se ocupaba de las labores de propaganda y de la compra y distribución
de armas y explosivos entre los seguidores de la causa, tareas que desempeñaba
con el pseudónimo de Marcos Serrato. Con ese mismo alias colaboró en la
publicación clandestina No-reelección.
Entretanto, su radical oposición a la
dictadura de Porfirio Díaz había llevado a Francisco I. Madero a la cárcel 1910. Madero huyó a Texas
y organizó desde allí la Revolución. Carmen y Aquiles Serdán se dirigieron a
Texas para recibir instrucciones; por el camino tuvieron noticia del Plan de
San Luis, llamamiento que Madero dirigía al pueblo mexicano para que se
levantase en armas a las seis de la tarde del domingo 20 de noviembre. Madero
encargó a Aquiles Serdán preparar el alzamiento revolucionario en Puebla.
De
regreso a Puebla, el disparo accidental de un arma en casa de los Serdán
levantó nuevas sospechas sobre las actividades que allí se desarrollaban. El 18
de noviembre de 1910 cinco policías se presentaron en el domicilio con orden de
detener a Aquiles Serdán; el tiroteo que se desató forzó a las autoridades a
enviar más efectivos. Carmen resultó gravemente herida cuando llevaba
municiones a los revolucionarios, refugiados en la azotea. Tras varias horas de
fuerte resistencia, los federales tomaron la casa. Carmen, su madre y su cuñada
Filomena del Valle fueron conducidos primero a la cárcel de la Merced y luego
al hospital de San Pedro. Su hermano Máximo y los demás hombres habían caído en
el asalto. La madrugada del 19 Aquiles Serdán, que se había ocultado en el
sótano, fue abatido cuando intentaba abandonar su escondrijo.
La
lucha de Carmen Serdán por la causa revolucionaria proseguiría en los años siguientes.
En 1913, tras el golpe de estado de Victoriano Huerta, formó parte de la Junta
Revolucionaria de Puebla. En 1914 se entrevistó con Venustiano Carranza, primer
jefe del Ejército Constitucionalista, y apoyó su partido trabajando como
enfermera en los hospitales militares. Por su valor simbólico fue el punto en
el que tuvieron lugar los primeros combates de la Revolución Mexicana, la casa
de los Serdán sería luego convertida en el Museo de la Revolución de Puebla.
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