martes, 16 de diciembre de 2014

AQUILES SERDÁN



Aquiles Serdán Alatriste nació el 2 de noviembre de 1876, y murió el 19 de noviembre de 1910 fue un líder del antirreeleccionismo maderista revolucionario que nació y murió en Puebla.

Aquiles Serdán fue el tercer hijo de Manuel Serdán Guanes y María del Carmen Alatriste Cuesta. Tuvo dos hermanas mayores que él, Carmen y Natalia, y un hermano menor, Máximo. Manuel Serdán era originario del estado mexicano de Veracruz, mientras que María del Carmen era hija de Miguel Cástulo Alatriste, gobernador de Puebla en la época de la Reforma en México.

El 6 de enero de 1908, Aquiles Serdán se casó con Filomena del Valle y Abelleyra, hija del ingeniero Eduardo del Valle y Ochoa y de Filomena Abelleyra. Del matrimonio entre Aquiles y Filomena nacieron tres hijos: Aquiles, Héctor y Sara. Ésta última nació tres meses después de la muerte de Aquiles Serdán.

En 1908 el presidente, Porfirio Díaz, declaró en una entrevista concedida al periodista norteamericano James Creelman que "vería con agrado la creación de partidos de oposición en nuestro país". Tales palabras causaron gran revuelo y alentaron las aspiraciones de varios políticos de esos años.

Los más destacados fueron el general Bernardo Reyes, secretario de Guerra y Marina de Porfirio Díaz, y Francisco I. Madero, hijo de un terrateniente coahuilense. Francisco I. Madero era un ferviente anti reeleccionista, y en 1909 publicó el libro La sucesión presidencial en 1910. Comenzó una campaña política por todo el país, hecho sin precedentes en la historia de México.

En Puebla, Aquiles Serdán y algunos simpatizantes fundaron el 18 de julio de 1909 el club político Luz y Progreso, el cual estaba formado por 66 miembros, hombres todos ellos. Sin embargo la actividad política de Aquiles Serdán se remontó a tiempo atrás y esta actividad provocó que en febrero de ese 1909 fuera arrestado cuando participó de una manifestación política en protesta por la reelección del gobernador Mucio Praxedis Martínez.

En la pequeña imprenta de Gilberto Carrillo los anti reeleccionistas al mando de Aquiles Serdán publicaron el semanario "La No Reelección" de un tiraje muy limitado, pues los rebeldes contaron con muy pocos recursos económicos. En uno de los documentos de "Luz y Progreso", afirmó que la república sería salvada no por los hombres acostumbrados a gobernarla en forma despótica, sino "por los hombres que no hayan manchado su conciencia cometiendo atentados contra la Ley". El activismo político de Aquiles Serdán era conocido por la policía poblana desde principios de julio de 1910 cuando fueron capturados dos anti reeleccionistas vendiendo unos rifles y declararon que esas armas se las proporcionó Aquiles Serdán.

Cuando se efectuaron las elecciones, Francisco I. Madero fue encarcelado y cuando Porfirio Díaz fue declarado vencedor y reelecto nuevamente como presidente, liberó a Madero y éste emigró a Texas. Poco tiempo después, Aquiles Serdán se reunió con Francisco I. Madero en Texas. Regresó a Puebla a finales de octubre o inicios de noviembre de 1910 con la encomienda de liderar la revolución anti reeleccionista desde Puebla.

Aquiles Serdán es encomendado por Madero para encabezar la revuelta en el estado de Puebla el día 20 de noviembre de 1910.

El 17 de noviembre, el gobernador de Puebla recibió informes de que Madero había llamado a sus seguidores para que iniciaran la revuelta el próximo día 20. Ordenó que a la mañana siguiente se realizara un nuevo cateo para detener a los Serdán.

Avisado de que el levantamiento corría peligro, ese mismo día Aquiles Serdán reunió a sus seguidores y propuso adelantarse a la fecha establecida.

En la mañana del 18 de noviembre, cuatro policías al mando del coronel Miguel Cabrera, efectuaron un cateo a la casa de los Serdán. Durante esta acción los anti reeleccionistas ocultos en la casa de los Serdán mataron a Miguel Cabrera, al sargento Vicente Murrieta y capturaron al mayor Modesto Fregoso. Los demás policías presentes en el cateo, Blas López y Manuel Barroso, lograron salir con vida y dieron aviso al cuartel.

Mientras llegaba la policía, los antirreelecionistas se organizaron en el interior de la casa. La mayoría de ellos, al mando de Máximo Serdán, se apostaron en la azotea de la casa, mientras que las mujeres de la familia Serdán y Aquiles permanecieron en la planta baja.

La batalla entre los policías y los antirreelecionistas duró cuatro horas y media y al término de ella habían muerto Máximo Serdán y todos los anti reeleccionistas que estaban en la azotea. Alrededor de las doce de la mañana de ese 18 de noviembre y antes que la tropa entrara a la planta baja a buscar a Aquiles Serdán, éste decidió esconderse en un agujero del piso de su recámara formado por la remoción de las tablas, el cual se había usado para ocultar armas. Su esposa, Filomena del Valle, le ayudó a ocultarse colocando las tablas del piso en su lugar. En ese sitio permaneció durante las siguientes catorce horas.

Como en el saqueo de la casa posterior a la batalla no se había encontrado a Aquiles, se quedó en ella una veintena de soldados custodiándola. 

De las dos de la tarde a las nueve de la noche no hubo ningún incidente pero a dar las diez se escucharon unos ruidos cerca del comedor que alertaron y asustaron a la tropa presente. Ante la posibilidad de un nuevo ataque de los anti reeleccionistas, se solicitó al cuartel que enviara refuerzos.

Unos minutos después llegaron treinta policías más. Desde las diez de la noche del 18 hasta las dos de la mañana del 19 de noviembre custodiaban la casa cincuenta policías repartidos entre las habitaciones, los patios y la azotea. La casa estaba a oscuras salvo la sala y la cocina.

Los policías al mando de la tropa, Porfirio Gómez y Francisco Lozano, relataron la muerte de Aquiles. Ambos policías contaron que alrededor de las dos de la mañana escucharon varios disparos provenientes del área del comedor de la casa y que al llegar a ese sitio en él se encontraban ocho o nueve policías contemplando a un hombre muerto a la entrada del comedor. 

Cuando fueron encendidas las luces, se dieron cuenta que el muerto era Aquiles Serdán y dieron aviso a Joaquín Pita, jefe político de la ciudad, quien al constatar lo dicho por los policías ordenó que el cadáver de Aquiles fuera llevado a la penitenciaría de la ciudad.

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