San
Mateo es llamado por dos evangelistas: Levi, ambos nombres son de origen judíos.
El último lo obtuvo antes de su conversión, el otro lo tomo después, para
mostrar la renuncia a su profesión y que era un hombre nuevo. Hijo de Alfeo, vivió en Cafarnaúm,
en el lago de Galilea.
Fue por profesión un publicano, o colector de impuestos para los romanos. Entre los judíos, estos publicanos fueron más infames y odiosos porque
esta nación los miraba como enemigos de su privilegio de libertad natural que
Dios les había dado, y como personas manchadas por su conversación frecuente y
asociación con los paganos, y la esclavización sobre sus compatriotas. Los
Judíos los aborrecían universalmente, veían sus propiedades o dinero como
fortunas de ladrones, les prohibieron su comunión y participación en su
actividades religiosas, al igual que de todos eventos de la sociedad cívica y de comercio. Tertuliano esta ciertamente equivocado cuando
afirma que solo los gentiles fueron empleados en este oficio sórdido como San Jerónimo demuestra en varios pasajes de los evangelios. Y es cierto que
San Mateo fue Judío, aunque un publicano.
Su
oficio dice haber consistido particularmente en acumular costumbres de
comodidades que vinieron por el Genesareth o Tiberias, y un peaje que los
pasajeros pagaban al venir por agua; San Marco dice que San Mateo mantuvo su
oficio de cobro de peaje alado del lago, donde el se sentaba. Jesús, habiendo
últimamente curado un paralítico famoso, salió de Cafarnaúm, y camino sobre los
bancos del lago o mar de Genesareth, enseñando las personas que le seguían.
Aquí el observó a Mateo que realizaba su trabajo de cobro de peaje a quien el
llamo a venir y a seguirle. El hombre era rico, disfrutaba de un sueldo
lucrativo, era un hombre sabio y prudente, y entendía perfectamente lo que
seguir a Jesús le costaría. Pero el no tuvo miramientos y dejo todos sus intereses y relaciones
para hacerse un discipular del Señor. No sabemos si el ya estaba relacionado
con la persona o doctrina de nuestro Salvador, especialmente como estaba cerca
de Cafarnaúm, y su casa parece haber sido en la ciudad, donde Cristo había vivido
por algún tiempo, había predicado y hechos muchos milagros, por lo cual el
estaba en algún medido preparando a recibir la impresión que el llamado de
Jesús había hecho sobre el.
San
Jerónimo dice que un cierto aire de majestad brillaron en la continencia de
Nuestro Divino Redentor, y traspaso su alma y lo atrajo fuertemente. Este
apóstol, a la primera invitación, rompió todas ataduras; dejo sus riquezas, su
familia, su preocupaciones del mundo, sus placeres, y su profesión. Su
conversión fue sincera y perfecta. San
Mateo nunca regreso a su oficio porque era una profesión peligrosa, y una
ocasión de avaricia, opresión, y extorsión. San Mateo, al convertirse, para
mostrar que no estaba descontento con su cambio, pero que lo miraba como su mas
gran felicidad, entretuvo a Nuestro Señor y sus discípulos en una gran comida
en su casa a donde invito sus amigos, especialmente los de su ultima profesión,
como si esperaba que por medio de la divina conversación de Nuestro Salvador,
ellos también quizás sean convertidos.
Después
de la ascensión de Nuestro Señor, San Mateo predicó por varios años en Judea y
en los países cercanos hasta la dispersión de los apóstoles. Un poco antes de la dispersión escribió su evangelio, o pequeña historia de Nuestro Bendito Redentor.
Que la compilo antes de su dispersión aparece no solo porque fue escrito antes
de los otros evangelios, sino también el Apóstol
Bartolomése llevo una copia con el a la India, y la dejo allí. San Mateo escribo su evangelio para
satisfacer los conversos de Palestina. El Evangelio de San Mateo desciende a un detalle mas particular y
completo en las acciones de Cristo que los otros tres, pero desde el Capitulo V
al XIV el frecuentemente se distingue de los
otros en la serie de su narrativos, ignorando el orden del tiempo, para que
esas instrucciones que tienen mas afinidad una con la otra, estén relacionadas
juntas. Este evangelista mas bien enfoca sobre las
lecciones de moralidad de Nuestro Salvador, y describe su temporal o generación
humana, en que las promesas hechas a Abraham y David respecto al nacimiento del
Mesías de su semilla fueron realizados; tal argumento inducía de manera particular a los Judíos para que creyeran en el.
San
Mateo, después de haber hecho una gran cosecha de almas en Judea, fue a predicar la fe a las naciones bárbaras e incivilizadas del Este.
El era una persona muy devota a la contemplación celestial y llevaba una vida
austera, usando una dieta muy rigurosa; pues no comía carne en vez
satisfacía su apetito con hierbas, raíces,
semillas. San Ambrosio dice que Dios le abrió el País de los Persas. Rufinus y
Sócrates nos dicen que el llevo el evangelio a Etiopía, significando probablemente las partes Sur y Este de Asia. San
Paulino menciona que el terminó su curso en Parthia. Venantus Fortunatus relata que el sufrió el
martirio en Nudubaz, una ciudad en esas partes. Dorotheus dice que el fue
honorablemente enterrado en Hierapolis en Porthia. Sus reliquias fueron traídas
al Oeste, Papa Gregorio VII, en una carta al Obispo de Salerno en 1080,
testifica que fueron guardados en una iglesia que tenia el nombre de la ciudad.
Todavía están en este lugar.
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