Álvaro
Obregón Salido nació en la Hacienda de Siquisiva, Navojoa,
Sonora; el 19 de febrero de 1880. Murió en la Ciudad de México el 17 de julio
de 1928 fue un militar y político mexicano que participó en la Revolución mexicana y fue Presidente de México entre el 1 de
diciembre de 1920 y el 30 de
noviembre de 1924. También fue el
primer presidente cuyo mandato, inició el 1 de diciembre y terminó el 30 de
noviembre, en la historia de México.
Quedó huérfano y más tarde se
convirtió en agricultor.
Contrajo matrimonio en 1906 con María del Refugio Urrea, de quien
tuvo dos hijos, Humberto y María del Refugio. Sin embargo, su esposa falleció
en 1907, mientras alumbraba
gemelos que también murieron en el parto, su tercero. Para fines de 1909, la efervescencia
política del país lo llevó a enrolarse en las fuerzas de Francisco I. Madero que combatían al general Porfirio Díaz, Presidente de México desde 1877. Tras la caída de
Díaz y el aparente triunfo revolucionario, Obregón se retiró a la vida privada,
pero regresó en 1913 para apoyar a Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila en su lucha contra Victoriano
Huerta, que derrocó a Madero. Fue jefe de la división del Ejército Constitucionalista y como tal derrotó a los federales en
muchas batallas. Al producirse la ruptura entre el grupo de Emiliano
Zapata y Francisco
Villa con Carranza, a
raíz de la Convención de Aguascalientes, Obregón se
mantuvo leal a Carranza y fue el encargado de perseguir a Villa en el norte del
país. Lo derrotó en la Batalla de
Celaya, donde una bomba le arrancó el brazo derecho, dejándole manco. Una vez que
lograron su triunfo, marchó escoltando a Carranza a Querétaro donde se redactó la Constitución
de 1917. Fue nombrado Ministro de Guerra y Marina, pero renunció el 30 de abril de ese mismo año. Se retiró a su
hacienda a practicar la agricultura y a preparar su campaña presidencial.
Encabezó en 1920 la Rebelión de Agua Prieta contra Carranza, que pretendía imponer
a Ignacio
Bonillas como su
sucesor. Triunfó, y tras el interinato de Adolfo de la Huerta fue elegido presidente. Logró el
reconocimiento de Estados Unidos de América en 1923 por el Tratado de Bucareli. A fin de su gobierno se
desató la Rebelión delahuertista porque pretendía imponer a Plutarco Elías Calles como su sucesor. En 1928, en plena Guerra
Cristera, se presentó de nuevo como candidato a la presidencia tras
una reforma constitucional realizada el año anterior. Fue elegido nuevamente,
pero en medio de gran crisis política e incertidumbre. Fue asesinado por el
cristero José de León Toral, el 17 de julio,
en el restaurante "La Bombilla",
de la Ciudad de México.
Un dato sobresaliente acerca de
Obregón es que nunca perdió una sola batalla como general, y sus victorias
sobre Huerta, Villa, Zapata y Carranza le hicieron acreedor del mote de el
general invencible.
Álvaro Obregón Salido nació el 22 de febrero de 1880 en Siquisiva, Navojoa, Sonora. Hijo
del matrimonio alamense conformado por don Francisco Obregón Gámez y de doña
Cenobia Salido Palomares. Ese
mismo año quedó huérfano de padre, por lo que su madre debió ausentarse del
hogar familiar encargando la crianza del niño Álvaro a sus hijas mayores:
Cenobia, María y Rosa. Después entró a la escuela local, de la que su hermano
José era el director. Ahí aprendió las primeras letras y estudió matemáticas, historia y geografía.
Pronto incursionó en la poesía, carpintería, música y comercio.
Más tarde, hacia fines de 1898, Obregón decidió
revivir la antigua prosperidad de su hacienda y comenzó labores de agricultor,
pero la situación económica agravada por la crisis, sus rudimentarias
herramientas, el clima y su escaso capital mermaron las
tierras y lo obligaron a regresar a Huatabampo en 1906. Sin embargo, en sus
intentos fracasados de convertirse en agricultor, logró conseguir ahorros que
le permitieron comprar la "Quinta
Chilla". Ese mismo
año, conoció a Refugio Urrea con quien tuvo dos hijos, Humberto y María del
Refugio, además, tuvo dos hijos más que murieron junto con su esposa en 1907 durante el parto. De nuevo, como hizo
su madre con él, Álvaro los encargó a sus hermanas mayores, quienes los
criaron.
La situación por la que el país
atravesaba era de inestabilidad política. Porfirio Díaz,
quien llevaba más de treinta años en el poder, vio que su gobierno comenzaba a
derrumbarse debido a las múltiples manifestaciones de rechazo, como la de los
obreros de Río Blanco y Cananea. Francisco I. Madero, político coahuilense,
comenzó una campaña electoral destinada a derrotar a Díaz en las elecciones de 1910. Sin embargo, poco
antes de la jornada electoral, Madero fue aprehendido en Monterrey y el 10 de julio,
Díaz logró su séptima reelección. Madero logró escapar de la cárcel y huyó a Estados
Unidos, donde el 5 de octubre,
publicó el Plan de San
Luis, llamando a la revolución armada el 20 de
noviembre para echar a
Díaz del poder. Ese día, tal como estaba estipulado en el plan, estalló la
revuelta que acabó por hacer renunciar a Díaz el 25 de mayo de1911. Obregón, ante la
guerra civil desatada en el país, decidió mantener una situación de
indiferencia a pesar de que sentía simpatía hacía el gobierno de Porfirio Díaz.
Tras caer el gobierno de Díaz, y
llegar los ímpetus revolucionarios a Sonora, José
Obregón fue nombrado alcalde interino de Huatabampo, en junio de 1911. Una vez que se
publicó la convocatoria para elecciones de alcalde constitucional, Álvaro
Obregón resolvió presentarse como candidato. Durante el mandato de su hermano,
Obregón desempeñó funciones administrativas que le permitieron rozarse con un
gran número de gente y comenzó así su carrera política. Además, contaba con el
apoyo de los jefes de la tribu yaqui, con quienes Obregón
siempre mantuvo una relación de cordialidad y fueron clave en su desarrollo
político. Se dice que se alió con "Chito", el gobernador
yaqui que movilizó a muchos de sus indios a votar por Obregón en las elecciones
de septiembre. Pese al apoyo de los yaquis, la
elección fue reñida y Obregón fue electo alcalde por un estrecho margen de
votos, lo que ocasionó las protestas e impugnaciones de sus rivales. No
obstante, entró en funciones a partir del mes de noviembre.
José María Maytorena, gobernador de Sonora
y partidario de Madero, comenzó la campaña de reclutamiento de soldados para
combatir a Pascual Orozco, que se levantó en armas contra
el gobierno maderista. Obregón, que se había mostrado con indiferencia en el
movimiento de 1910, esta vez decidió pelear para defender al gobierno, organizó
una brigada de soldados, se unió a Benjamín Hill su pariente y salió a luchar contra
Orozco. En abril de 1912 quedó conformado el
4° Batallón de Infantería, con 60 hombres de caballería y 52 de infantería,
sumando en total 112 hombres. A diferencia de la gran mayoría de cuerpos
revolucionarios, Obregón pagaba personalmente a sus soldados, por lo cual se
evitaba la leva, muchas veces pagando incluso de su propio dinero, pero más
tarde el gobierno estatal se hizo cargo de los haberes.
Orozco había sido perseguido por las
fuerzas federales de Victoriano
Huerta y se internó en
el territorio estatal. Sanguinés, su jefe militar, ordenó a Obregón detener a
contingentes orozquistas que pretendían atacar Guaymas.
A pesar de la superioridad numérica del enemigo, Obregón supo atacar a las
fuerzas rebeldes y detenerlas, causando así serias bajas al ejército sublevado.
Regresó al cuartel general de Sanguinés cargado de armas y pertrechos, con lo
que ganó ascensos en el escalafón militar. Tras este triunfo, marchó a Hermosillo
y Agua Prieta,
donde logró detener una vez más a Orozco, que pretendía apoderarse de la frontera.
En Agua Prieta conoció a quien sería uno de sus más allegados colaboradores, Plutarco Elías Calles. Cuando Orozco fue
derrotado, Obregón decidió renunciar al mando de las tropas federales y regresó
a su hacienda de Huatabampo, en septiembre de 1912.
Victoriano
Huerta era un antiguo
militar fiel al gobierno de Porfirio Díaz,
pero al caer éste mostró su lealtad a Madero luchando contra Orozco. Al
producirse la Decena
Trágica, Huerta pactó, a través del embajador de Estados Unidos de América, Henry Lane
Wilson, con los sublevados en contra de Madero, Manuel Mondragón y Félix Díaz.
Huerta hizo renunciar al presidente Madero y más tarde al vicepresidente José María Pino Suárez. Como sustituto fue
nombrado Pedro
Lascuráin, quien renunció a los pocos minutos para dejar en su
puesto a Huerta, el 18 de febrero de 1913.
En el norte del país, principalmente,
las reacciones no se hicieron esperar. José María Maytorena, gobernador de
Sonora, pidió licencia al Congreso estatal para ausentarse indefinidamente e ir
a combatir al gobierno de Huerta, aunque en realidad ese sólo fue el pretexto y
de acuerdo con el libro de Obregón "8,000 kilómetros en campaña"
Maytorena huyó hacia los Estados Unidos tomando previamente dinero de las arcas
estatales en concepto de indemnización adelantada por sueldos de 6 meses para
él y su grupo de gente con la que huyó y en su lugar fue nombrado como interino
Ignacio L. Pesqueira, quien también desconoció al gobierno federal. El 26 de marzo,
el gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, proclamó el Plan de
Guadalupe, oficializando así la lucha contra Huerta. Pesqueira,
conocido de Obregón, lo nombró jefe militar de Hermosillo,
debido a que fue su subordinado en la campaña contra Orozco. Tras un desfile
organizado para marchar sobre los huertistas, Obregón salió al combate.
Poco más de quinientos soldados
conformaban el 4° Batallón, Baca Calderón, Arnulfo R. Gómez y Manuel M. Diéguez, entre otros.
El mismo día de la proclamación del
Plan de Guadalupe, el 8 de marzo, cayó en manos de las fuerzas
constitucionalistas la ciudad y puerto de Veracruz,
estratégica para el comercio
federal. Después, el objetivo principal de Hermosillo era Cananea,
importante ciudad minera. Para esta empresa necesitaba el apoyo de Salvador
Alvarado, quien acababa de pactar con los yaquis y le proporcionó
las fuerzas militares necesarias para el ataque. Sin embargo, Carranza nombró a
Obregón jefe militar de Sonora, pero Alvarado se negó a reconocerlo, y en
cambio, pactó con el general Moreno, comandante de Cananea, y éste acordó
entregarle la plaza. Pesqueira ordenó a Obregón hacer caso omiso del pacto y
atacar Cananea, lo que hizo con éxito. Para finales de marzo, la mayoría de las
ciudades importantes del Estado de Sonora, cayeron en manos del Ejército Constitucionalista
En abril, el siguiente paso
de la guerra era tomar Naco,
pero las rencillas entre los jefes y constitucionalistas y las maniobras de
defensa emprendidas por Pedro Ojeda, retrasaron alrededor de quince días la
toma de la ciudad. Obregón ideó que un vagón de ferrocarril pasara e hiciera estallar las
trincheras federales. Pero este plan fracasó logrando que muchos de los
soldados se pusieran en contra de Obregón e incluso intentarán fusilarlo. Un
grupo de su escolta le defendió, salvándole así la vida. Finalmente, el 12 de abril por la noche, tras una encarnizada
batalla, Álvaro Obregón tomó Naco.
Guaymas había vuelto a caer en manos
del gobierno federal de Huerta, por lo que la siguiente campaña de Obregón
estuvo encaminada a recuperar tal ciudad. Los jefes federales de Guaymas eran
Medina Barrón y Gil, quienes ordenaron tres buques para la defensa de la ciudad. En la
campaña, Obregón enfrentó a los federales en dos ocasiones. El primer encuentro
bélico fue en mayo de 1913, en la población de Santa Rosa, cuando los
federales intentaron emboscar a Obregón alentados por la llegada de sus
refuerzos. Obregón pudo derrotarlos haciéndoles salir de su refugio, y al
triunfar fue condecorado como brigadier por
Carranza. Durante junio en la localidad de Santa María se dio el segundo encuentro, con una
nueva victoria para Álvaro Obregón, que le permitió entrar directamente a
Guaymas, donde el enfrentamiento fue más difícil de lo planeado, ya que sufrió
numerosas bajas. Entonces tomó la decisión de dejar sitiado el puerto para
impedir el avance federal y a la vez tomar otras poblaciones.
Sinaloa en septiembre de 1913, fue el marco del
primer encuentro entre Carranza y Obregón, en que el primero depositó el mando
militar en el sonorense, nombrándole en el acto comandante militar de los
estados de Sonora, Sinaloa, Durango, Chihuahua y Baja California.
Tras ocupar Culiacán,
fue el artífice de la toma de Topolobampo, en que ayudó a los generales Rivero
e Iturbide. En esta batalla se usó por primera vez un avión
en las acciones bélicas, siendo México pionero en este tipo de ataques en el
mundo. Obregón aprovechó esta visita para arreglar sus negocios y tratar temas
de su hacienda.
En marzo de 1914, Carranza hizo ver a
Obregón de la necesidad de tomar la Ciudad de México, por lo que en mayo comenzó su ofensiva tomando Mazatlán, Tepic y Colima. Para julio, después de derrotar
a los federales en Orendáin,
entró en Guadalajara, donde se enteró de otros
triunfos de jefes revolucionarios, como Francisco
Villa y Emiliano
Zapata.
Victoriano Huerta se sabía perdido y
decidió renunciar, abandonando el país en el acto. Francisco Carvajal, presidente interino de la
república, intentó pactar con Obregón, quien de inmediato movilizó sus tropas a
la Ciudad de México, a la que entró el 14 de agosto de 1914, junto con dieciocho
mil soldados. El 20 de agosto,
Carranza llegó a la ciudad y condecoró a Obregón, quien aprovechó su estadía en
la capital para visitar la tumba de Francisco I. Madero, por quien el general
sonorense sentía admiración, al mismo tiempo que se dedicaría a la tarea de
"castigar" a la ciudad por la muerte del Apóstol de la Democracia.
Carranza pretendía organizar una junta
de todos los jefes revolucionarios a fin de decidir el futuro político de la
nación. Por ello, ordenó a Obregón viajar al estado de Chihuahua para entrevistarse con Francisco
Villa, y ellos dos pudieran convencer a otros líderes locales de la
importancia de la junta. En su primer viaje, visitaron al gobernador sonorense
Maytorena, quien acusó a Obregón de traición. Éste, en cambio, le pidió al
gobernador comprobar sus acusaciones ante Villa, pero en el acto se vio
intimidado y prefirió retractarse. Obregón comisionó a Maytorena como jefe de
las tropas estatales, bajo la condición de reconocerle como suprema autoridad
militar, puesto que de no hacerlo sería destituido. Para asegurarse de ello,
ordenó a Benjamín Hill permanecer en el territorio
de Sonora.
Para su segundo encuentro con Villa,
Maytorena ya lo había convencido de las inconveniencias que resultarían de
mantener a Carranza en el mando político, por lo que planearon un golpe contra
el Primer Jefe como se le conocía a Carranza. Por lo tanto, la actitud de Villa
hacia Obregón se tornó de cierta forma hostil, y entonces Villa ordenó a Hill
retirarse del estado, lo que Obregón rechazó. Villa se enfureció y estuvo a
punto de fusilar a Obregón, pero la intervención de Eugenio Aguirre Benavides le
salvó la vida.
Villa decidió no asistir a la junta
convocada por Carranza y desconocerle como jefe revolucionario. Obregón logró
escapar y Villa ordenó que se le aprehendiera nuevamente; pero Obregón fue
apoyado por los generales José Isabel Robles y Eugenio Aguirre Benavides, gracias a lo
cual llegó con vida a la Ciudad de México. Obregón ofreció nuevamente a
Carranza intentar pactar con Villa y sus tropas para la realización de la
convención revolucionaria. Se acordó que se realizara en un lugar neutral para
ambas fuerzas, y la elegida fue Aguascalientes,
donde las sesiones se iniciaron el mes de octubre.
Obregón pretendió debilitar al
villismo robándoles a sus principales asesores y consejeros. Pero los trabajos
convencionarios fracasaron y Eulalio Gutiérrez fue declarado presidente provisional
en sustitución de Carranza. A partir de enero de 1915 comenzó la guerra de la Convención de
Aguascalientes. Carranza estableció un gobierno en Veracruz,
por lo que los villistas decidieron cortar las vías de ferrocarril de Puebla hacia Veracruz, para lo cual
comisionaron a fuerzas
zapatistas, que pronto fueron detenidas por Pablo González. En el noroeste, Felipe
Ángeles había logrado
diezmar a los villistas y pronto pudo llamar a Obregón para que lo combatiera.
En Chihuahua se dieron los primeros conflictos
militares entre ambos ejércitos.
En la Batalla de
Celaya, a principios de abril de 1915, fue el segundo
encuentro entre ambos generales. En principio, Villa lanzó oleadas de bombas que por momentos hacían retroceder al
enemigo. Pero Obregón pudo remontar la ventaja y poco a poco venció a Villa en
su segundo enfrentamiento, la noche del 6 de abril.
Obregón escribió a Carranza confiado
de la seguridad de su victoria, pero Villa aprovechó para presentar batalla
nuevamente el 13 de abril,
donde fue derrotado en cuestión de pocas horas. Se retiró al Bajío, y escribió desde ahí una misiva pidiendo
a Obregón no perseguir a sus soldados, pues estaban hambrientos y no podrían
defenderse. Después de ello,
ambos ejércitos tuvieron enfrentamientos pequeños en la zona abajeña.
La mañana del 3 de julio,
Obregón salió con algunos miembros de su escolta a recorrer el patio principal
de una hacienda en Santa Ana del Conde, Guanajuato,
de la que habían recibido reportes de ataques villistas. De pronto, una guardia
de soldados al servicio de Francisco Villa salió y atacó con granadas al conjunto de hombres de Obregón,
quien fue herido por uno de los proyectiles, perdiendo en el acto su brazo
derecho. Al ver que lograron su cometido, los villistas regresaron a su
campamento. Obregón, como relató años después a Vicente Blasco Ibáñez, sintió profundo
dolor psicológico por la pérdida de su brazo e intentó suicidarse disparándose
a la sien con una pistola,
que estaba descargada. Pocas horas más tarde recobró el sentido y fue informado
de la toma de León, por parte de las fuerzas de Villa.
A los pocos días decidió salir de
Celaya y pronto tomó Saltillo, Aguascalientes y Torreón.
Al llegar a Sonora expulsó a los villistas del territorio estatal e instauró
pactos de paz con el ejército yaqui.
En marzo de 1916, fue nombrado Ministro de Guerra y
Marina en el gabinete
de Carranza establecido en Querétaro. Desde este cargo participó en la redacción de la Constitución
de 1917, principalmente en los aspectos militares. Como ministro,
fundó la Escuela Nacional para Pilotos, la Academia del Estado Mayor y la
Escuela de Medicina Militar. Tras establecer el nuevo gobierno en la Ciudad de
México, el 5 de febrero de 1917, Obregón siguió en su
puesto, pero renunció el 30 de abril,
esperando retirarse a la vida privada como agricultor.
Para principios de 1919, Carranza tomó como
tarea principal la de pacificar al país. Su primer objetivo fue el caudillo
agrario Emiliano
Zapata, quien murió asesinado en la Hacienda de Chinameca, el 10 de abril de ese año, por órdenes de Pablo González y Jesús
Guajardo. Obregón protestó por el asesinato de Zapata, pero Carranza
adivinaba desde entonces sus aspiraciones presidenciales por lo que se dio a la
tarea de desmembrar cuanto antes a los grupos obregonistas de la Cámara de
Diputados, en la XXVIII Legislatura.
El 1 de junio,
Obregón lanzó oficialmente su candidatura en la Quinta Chilla. En su primer
discurso oficial, habló de la necesidad de un gobierno encabezado por hombres
de corrientes liberales. Como afirmó a Plutarco Elías Calles, realmente no
tenía competencia. Pablo González, su único rival, había pactado con Obregón.
Pero Carranza lanzó la candidatura del
embajador mexicano en Washington, Ignacio
Bonillas, poco conocido en México y pronto fue apodado "Flor
de Té". Carranza deseaba una sociedad gobernada por civiles y por
eso lanzó a Bonillas como candidato.
Aunque su campaña política había
comenzado desde el otoño de 1919, fue hasta enero de 1920
cuando inició su gira política. No tenía aún un partido con el cual pudiera ser
representado en las elecciones, pero en marzo, el presidente del Partido Liberal Constitucionalista, Luis N.
Morones, le ofreció enarbolar el estandarte de su organización,
Obregón aceptó. En mayo fue llamado a juicio en la Ciudad de México, ya que el
general Roberto
Cejudo fue acusado de
conspirar y delató a Obregón. En la primera sesión del juicio, el 11 de abril,
Obregón fue acusado de traición al gobierno y de conspirar en contra de
Carranza. Juan Barragán,
jefe del Estado Mayor de Carranza y amigo personal de Obregón le sugirió
escapar antes de que fuera aprehendido. Por esos días fue removido como
gobernador de Sonora, Adolfo de la Huerta, otro amigo de Obregón, en
quien aumentaron las sospechas de una conspiración en su contra para evitar que
fuera candidato.
La madrugada del 22 de abril, con un
disfraz de ferrocarrilero que le proporcionó Alessio Robles, Obregón escapó a
la ciudad de Iguala, Estado de Guerrero. Fortunato Maycotte, antiguo subordinado suyo en
la campaña contra Villa, le informó que en Sonora, Adolfo de la Huerta y
Plutarco Elías Calles habían proclamado el Plan de Agua Prieta.
Carranza se vio solo en la guerra
civil que se había desatado a raíz del Plan de Agua Prieta, por lo que decidió
seguir adelante con sus tropas hasta Veracruz, tal como lo hizo en 1914. La
mayor parte de su gabinete, a excepción de Luis Cabrera y Manuel Aguirre Berlanga, renunció. En el
intento de llegar a Puebla, fue atacado por las tropas de Jesús
Guajardo, lo que obligó a la comitiva carrancista a internarse en la
sierra poblana, donde Rodolfo Herrero les ofreció ayuda. El 21 de mayo, Herrero,
que en realidad era un soldado aguaprietista, asesinó a Carranza por órdenes de Plutarco Elías Calles, uno de los
principales jefes de la Revolución de Agua Prieta.
El Congreso nombró a Adolfo de la
Huerta como presidente interino de la república. Durante los seis meses que
estuvo en el cargo 1 de junio al 30 de noviembre de 1920 logró la pacificación
del país, hacer que Villa depusiera las armas y aprehender a Félix Díaz,
quien se encontraba levantado desde 1914. Así, el 5 de septiembre, Obregón fue
elegido presidente.
Álvaro Obregón se convirtió en
presidente constitucional de México a la medianoche del 1 de
diciembre de1920. Durante su mandato
intentó concluir el proceso de pacificación nacional que inició Adolfo de la
Huerta, y comenzó la repartición de tierras a los campesinos del Estado de México y Morelos,
como parte de su proyecto de reforma social.
José Vasconcelos era un intelectual mexicano que fue
Ministro de Instrucción Pública en el gobierno de Roque González Garza, presidente
convencionista. Al triunfar Carranza en la guerra civil, se exilió en Idaho, pero volvió en 1920 para dirigir la Universidad Nacional.
Obregón decidió restituir el antiguo Ministerio de Instrucción Pública, que fue
suprimido por Carranza en 1918, y esta nueva
institución renació con el nombre de Secretaría de Educación Pública,
dirigida por Vasconcelos y creada en 1921. Desde esta plaza
Vasconcelos efectuó su plan de fundación de escuelas rurales, formación de
nuevos maestros y edición de clásicos de la literatura,
como la Divina
Comedia y otras obras
de autores como Platón.
Además, Vasconcelos impulsó las escuelas de artes y oficios donde se enseñaban estas disciplinas a
los jóvenes y en ocasiones también a los adultos. Promocionó a los artistas
plásticos y les otorgó espacios para realizar sus obras, como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.
En la política, Obregón intentó
mantener el control y equilibrio de las fuerzas políticas imperantes en el
país, principalmente del ejército. Por ello, concedió la amnistía a Francisco
Villa y Saturnino
Cedillo, y a cambio de rendirse y colaborar en la estabilidad del
país les otorgó tierras, producto del reparto agrario. Otra de las
preocupaciones del gobierno obregonista fue obtener el reconocimiento de los
Estados Unidos. Cuando Obregón fue electo, las cámaras de comercio de las
ciudad de Nogales y Tucson, Arizona enviaron representantes a la toma de
protesta en la Ciudad de México; como muestra de gratitud, Obregón les regalo
un sarape con la imagen de George Washington bordada en él. Esta relación entre
comerciantes de Arizona y Sonora, había sido construida años atrás, durante la
Revolución, por parte del mismo Obregón y Plutarco Elías Calles. Dicha relación binacional entre México
y Estado Unidos era importante, ya que en caso de una nueva revuelta armada en
su contra, Obregón debería usar el apoyo de Estados Unidos, que capitalizó a
inicios de1923,
con el Tratado de Bucareli. Sin embargo, tuvo que
hacer ciertas concesiones con EE.UU, sobre todo en materia agraria y del
petróleo, ya que la política nacionalista del artículo 27 constitucional
afectaba los intereses de las compañías extranjeras en México.
Adolfo de la Huerta, convencido por algunos de
sus partidarios, lanzó su candidatura a la presidencia de la República para el
período 1924-1928 contando con el apoyo del Partido
Liberal. Pero Obregón apoyaba a Calles, lo que provocó la rebelión denominada
delahuertista, que dio inicio a fines de 1923. Todos los personajes
en el escenario político que podían dar batalla a Obregón habían muerto, como Lucio Blanco y Villa, el primero en 1922 y Villa en 1923. Los delahuertistas
fueron derrotados y su líder salió expatriado a Panamá en1924, mismo año en que
Calles fue electo presidente.
Al entrar Calles a la presidencia,
Obregón se retiró a las labores del campo. Aprovechó los créditos otorgados por
el Banco Agrícola para desarrollar sus plantaciones, y así cosechó garbanzo, trigo y algodón.
Inició un negocio de combustible para autos, una novedad en el país, por lo que
solía frecuentar las principales ciudades de Estados Unidos, como Chicago y Los Ángeles.
Mantuvo entrevistas con miembros del gobierno callista, y varias veces visitó
al mismo presidente en la capital.
Durante el mandato de Calles, los
conflictos religiosos creados por la aplicación radical de algunos artículos
constitucionales, produjo que el episcopado mexicano, apoyado por el papa Pío XI ordenara el cierre de los templos
católicos del país, ocasionando que la feligresía católica del país, se lanzara a las armas
exigiendo la renuncia de Calles y la derogación de la Carta Magna de 1917.
Es en este contexto que Álvaro
Obregón, retirado de la vida política, en la cual seguía teniendo gran peso,
decide lanzar su candidatura a la reelección. Calles había intentado desmembrar
al ejército y a las organizaciones campesinas, con lo que la figura de Obregón
cobró aún más fuerza. Morones, nuevamente, le ofreció la postulación
presidencial, la que Obregón aceptó. Sin embargo, poco antes de llegar a
México, fue objeto de un intento de asesinato por un grupo de indígenas Yaqui.
La constitución mexicana sufrió una
reforma para permitir la reelección en enero de 1927, con lo que Obregón
ganaba partido para su candidatura, principalmente en el terreno de los
agraristas. Pero la creciente oposición de la clase militar comenzó a ser
representada por los generales Arnulfo R. Gómez y Francisco R. Serrano, ambos candidatos a
la presidencia. Serrano era amigo personal de Obregón y peleó junto a él en las
guerras contra Villa, y por influencia del sonorense llegó a la jefatura del Distrito
Federal. Gómez era el más activo de ambos candidatos, y planeó junto
a Serrano detener y ejecutar a Obregón, Calles y Joaquín Amaro, secretario de Guerra. El 3 de octubre,
día del cumpleaños de Serrano, se planeaba que los tres militares fueran
aprehendidos, pero el General de División Eugenio Martínez, demostrando siempre su
rectitud y compromiso con el gobierno de México legalmente establecido,
denunció a éste y a sus seguidores ante las fuerzas federales, que, comandadas
por el general Claudio Fox, detuvieron a Serrano y a sus
partidarios en Cuernavaca,
la mañana del 4 de octubre.
Esa noche, fueron sacados de la ciudad con el pretexto de llevarlos a
encarcelar a Querétaro, pero al llegar a Huitzilac
fueron ejecutados. Gómez, mientras tanto, intentó armar una revuelta en Veracruz,
pero cansado y debilitado fue aprehendido y fusilado el 4 de
noviembre. Tras estos intentos de guerra civil, Obregón viajó a la
capital, donde al ir a una corrida de
toros fue atacado con
una bomba, lanzada por militantes cristeros. Más tarde se descubrió un complot
para asesinar al caudillo.
El 15 de julio de 1928, pocos días después
de ser proclamado presidente del período 1928-1932, Obregón llegó
acompañado de su comitiva a la capital de la república en un tren custodiado
por varios miembros del Estado Mayor Presidencial. Mientras tanto, José de León Toral, joven capitalino, miembro de
la ACJM, había decidido matar
a Obregón.
Entre la clase política se había
difundido el rumor de un posible asesinato de Obregón, pero el presidente
electo hizo caso omiso de las advertencias. La mañana del 17 de julio salió a comer invitado por los
diputados del estado de Guanajuato,
en el restaurante "La Bombilla",
ubicado en San Ángel. José de León Toral acudió al lugar tras varios días de
espiar a Obregón, y se hizo pasar por un dibujante. Hizo un dibujo a varios
diputados, y finalmente llegó a Obregón, a quien también retrató. Cuando todos
los comensales se descuidaron, Toral sacó
su pistola y lanzó seis disparos a Álvaro
Obregón, quien cayó muerto al instante. El asesino fue rápidamente detenido y
algunos policías intentaron matarle, pero el diputado Ricardo Topete le salvó
arguyendo su importancia para esclarecer el crimen.
El lugar de Obregón fue ocupado por Emilio Portes
Gil, en 1929, y entonces fue que
comenzó el período conocido como Maximato.
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