Hermenegildo Galeana, nació en Tecpan de Galeana, ahora Guerrero, el 13 de abril de 1762 y murió el 27 de junio de 1814 en Coyuca de Benítez, Guerrero. Pertenecía a una familia de hacendados criollos.
Galeana tan solo recibió la
instrucción primaria y vivía en la hacienda del Zanjón, propiedad de su
familia, a donde llegaron las noticias de la primera conspiración en contra del
gobierno virreinal, encabezada por José María Izazaga, originario de la hacienda
del Rosario actualmente en el municipio de Coahuayutla del Estado de Guerrero,
ocurrida en Valladolid, hoy Morelia
en 1809. Aunque dicha
conspiración fue descubierta, el ambiente de descontento era palpable entre las
familias criollas que continuamente sufrían discriminación de parte de los
españoles peninsulares.
La familia Galeana no permanecía ajena
a estos sentimientos y al enterarse del inicio de la insurrección que dirigían Miguel
Hidalgo e Ignacio
Allende en el Bajío, y
de la extensión de la misma en el sur por el cura José María Morelos, decidieron unirse a la
causa de inmediato. La ocasión se presentó cuando su hacienda quedó dentro de
la ruta que estaba siguiendo el ejército de Morelos que venía costeando por el océano Pacífico con destino al puerto de Acapulco.
Se le unió Hermenegildo Galeana con sus sobrinos Antonio y Pablo Galeana de los
Ríos, además de Ignacio Ayala, poniendo también a las órdenes de Morelos el
cañón "El Niño", primer pieza de artillería del Ejército del Sur el 7 de
noviembre de1810.
No fue sino hasta enero de 1811 cuando Hermenegildo Galeana puso a
disposición del ejército insurgente sus servicios. Demostró sus dotes de líder
cuando en el sitio de la Sabana, los defensores insurgentes abandonaron sus
puestos al ver que el oficial realista Nicolás de Cosío iba a atacarlos.
Entonces Hermenegildo tomó el mando y obtuvo una completa victoria. Ante esta
demostración de valor y sus dotes de liderazgo, Morelos personalmente lo nombró
su lugarteniente y lo comisionó para que avanzara hacia el puerto. En la
hacienda de Chichihualco se enteró que una familia criolla,
propietaria de esas tierras, simpatizaba con la causa insurgente,
al extremo de haberse tenido que esconder de las autoridades realistas para
evitar que los obligaran a cooperar. Esta familia era la de don Leonardo Bravo,
sus tres hermanos y su hijo Nicolás. Por consiguiente, Galeana los invitó a que
se unieran al ejército de Morelos y aceptaron sin rodeos en mayo de 1811.
Establecieron su cuartel en Chilapa y el ejército se dividió en tres, uno
dirigido por Miguel Bravo que debía irse hacia el sur, el segundo dirigido por
Galeana que debía atacar Taxco y el tercero, guiado por Morelos,
avanzaría hacia el norte y atacaría Puebla. Tras de
varios enfrentamientos con los realistas el ejército de Galeana logró entrar
tanto a Cuautla como
a Taxco a finales de noviembre.
Simultáneamente los insurgentes del
centro del país, dirigidos por Ignacio López Rayón se trasladaron de Saltillo hasta Zitácuaro en donde se estableció el primer
órgano de gobierno independiente, la Suprema Junta Nacional. Sus cinco
miembros, tres titulares y dos suplentes iniciaron la labor de hallar un
sistema de gobierno idóneo que no dependiera del virrey de Nueva España pero que reconociera al rey Fernando VII como legítimo soberano. Los
insurgentes del sur no dudaron en reconocer la autoridad de la Suprema Junta y
recibieron a su representante en Taxco, con el cual tuvieron ciertas
fricciones.
Conjuntamente con Nicolás Bravo,
Hermenegildo Galeana marchó para obtener el control de Tenancingo,
cosa que consiguieron y después avanzaron hasta Cuautla. Ahí ya se hallaba el
grupo de Morelos y al saber que estaba por caerles las fuerzas de Félix María Calleja, se atrincheraron con el
fin de evitar el ser vencidos. Calleja sitió Cuautla por 72 días sin conseguir
romper el cerco pues no fue sino hasta el 2 de mayo de 1812cuando los insurgentes
pudieron salir secretamente, sorprendiendo a los realistas y causándoles
innumerables bajas.
Los insurgentes salieron de Cuautla y
se desperdigaron. Galeana se dirigió hacia Chilapa y ahí se enteró que el
insurgente Valerio
Trujano se hallaba
sitiado en Huajuapan,
por 90 días, por las tropas realistas. Los tres líderes insurgentes Morelos,
Bravo y Galeana acudieron en su auxilio, y pudieron vencerlos obteniendo un
botín jugoso de cañones, rifles y municiones.
El siguiente destino fue Puebla, por
lo que hubo que ganar Tehuacán.
En esa ciudad Morelos le hizo un reconocimiento a Galeana al nombrarlo mariscal.
Sin embargo tenía un impedimento para seguir sus instrucciones, no sabía leer
ni escribir. Por ello Morelos designó a un joven clérigo de Izúcar, Mariano Matamoros para que fuera su mano derecha.
Galeana se convirtió entonces en la mano izquierda de Morelos, sin embargo cabe
aclarar, que don Hermenegildo Galeana, siempre fue para los españoles, el
segundo de José María Morelos.
Trujano, que había sido enviado de
avanzada hacia Puebla fue sorprendido por las fuerzas de Saturnino Samaniego en
el campo del rancho de la Virgen María.
Al enterarse Galeana salió con su tropa en su auxilio y aunque consiguió hacer
huir a los realistas, no pudo evitar que Trujano muriera durante la batalla.
Llevó su cuerpo de regreso a Tehuacán en donde Morelos ordenó que lo sepultaran
con honores.
Galeana participó en la toma de Oaxaca, la cual
se efectuó el 25 de
noviembre de 1812, cosa que significó
mucho para la causa insurgente pues para dar un escarmiento se mandó fusilar a
todos los defensores realistas. El siguiente destino fue el puerto de Acapulco.
Desde finales de 1810 el cura Hidalgo le había ordenado a
Morelos que lo tomara para la causa insurgente. Los Galeana fueron designados
para obtener laisla de La Roqueta y el fuerte de San Diego. Juan José Galeana obtuvo la playa de Pie de la
Cuesta, Pablo y Hermenegildo atacaron por mar la
goleta Guadalupe que venía llegando de Guayaquil y al fin el 20 de agosto
de 1813 se rindió el fuerte.
En noviembre,
Galeana recibió la orden de alcanzar al grueso del ejército que iba hacia
Valladolid a la que llegaron el 22 de
diciembre. El ejército procedió a tomar la ciudad, pero parecía que
las fuerzas insurgentes iban a obtener la victoria, en la Garita del Zapote,
aparecieron los ejércitos realistas de Ciriaco del
Llano y deAgustín de Iturbide que, aunque eran menos numerosos,
estaban mejor capacitados, por lo que impusieron una victoria con facilidad.
Los ejércitos de Bravo y Galeana tuvieron que retirarse en desorden y huir
hasta Puruarán. Hasta allá los persiguieron los realistas, alcanzándolos el 5 de enero de 1814. Además de
derrotarlos de nuevo, capturaron a Matamoros cuando éste trataba de cruzar un
riachuelo y tras de conducirlo a Pátzcuaro,
fue ejecutado un mes más tarde. Morelos se enfureció tanto que mandó a pasar
por cuchillo a 200 soldados realistas presos.
Ante tantas derrotas el Congreso destituyó a Morelos. Hermenegildo
Galeana regresó a Tecpan tras decidir abandonar la causa insurgente y
permanecer oculto. Morelos fue a buscarlo para reconciliarse con él y pedirle
que regresara.
Galeana permaneció en la zona de
Tecpan e inició recorridos para intentar conservar las zonas aledañas. Sin
embargo en Coyuca lo sorprendió la tropa realista del teniente coronel
Fernández de Avilés, donde fue muerto por un soldado llamado Joaquín León, su
cabeza fue cortada y puesta como trofeo en Coyuca el 27 de junio de 1814.
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