Este santo se hizo famoso
porque fue el superior del monasterio más célebre de su tiempo, el de Cluny, y
porque tuvo bajo su dirección más de mil monjes en diversos conventos.
Su nacimiento fue el fruto de
muchas oraciones de sus padres, que deseaban tener un hijo pero la esterilidad
no les permitía tenerlo. Nació el 25 de diciembre del 879.
Cuando era joven empezó a
sentir terribles dolores de cabeza y ningún médico lograba curarlo. Al fin su
padre y él prometieron a Dios que se iría de religioso si se curaba. La
curación le llegó muy pronto.
Un día leyó las Reglas que San
Benito hizo para sus monasterios y se dio cuenta de que él estaba muy lejos de
la santidad, y entonces pidió ser admitido como monje en un convento de San
Benito.
El año 910 fue fundado el
famoso Monasterio benedictino de Cluny en Francia y el fundador lo llevó a él
como ayudante. Después de la muerte del fundador quedó Odón como Superior del
inmenso monasterio.
Por muchos años fue Odón el
superior casi irremplazable de Cluny, y como allí se refugiaban grandes
pecadores que deseaban llevar una vida de santidad y de penitencia, él
gobernaba de manera muy rígida, porque era necesario que quien se iba a de
religioso lo hiciera con toda seriedad. Y así logró llevar a sus religiosos a
un alto grado de santidad.
Al principio Odón se dedicaba
más al estudio que a la oración, pero en una visión, contempló que su alma era
como un vaso muy hermoso pero lleno de serpientes. Con esto comprendió que si
no se dedicaba totalmente a la oración y a la meditación no sería agradable a
Dios, y desde entonces su vida fue un orar continuo y fervoroso y un meditar
constante en temas religiosos.
Él mismo narraba que cuando era
un joven monje una noche a medianoche, en pleno invierno, mientras iba al
templo a la oración, se encontró con un mendigo que tiritaba de frío. Él le
regaló su manto, pero tuvo que tiritar también de frío durante toda la oración. Más al llegar a su celda se encontró con una moneda de oro sobre su cama, y con
eso compró un nuevo manto.
Odón insistía muchísimo en que
se rezaran con gran fervor los salmos y en que se observara un gran silencio en
el monasterio. Y fue formando monjes tan fervorosos que con ellos logró fundar
otros 15 monasterios más.
El Sumo Pontífice lo llamó varias veces a Roma para que le
ayudara a calmar las guerras civiles, y con su gran ascendiente y su mucha fama
de santidad lograba que se hicieran las paces entre los que guerreaban.
A veces
al llegar a algunos monasterios relajados a exigir estricta observancia fue
recibido con amenazas muy serias, pero luego al conocerlo más de cerca, los
revoltosos se calmaban y se volvían sus grandes amigos y le obedecían
totalmente.
Al morir el 18 de noviembre del
año 942, dejaba monasterios muy fervorosos por muchos sitios importantes de
Europa y con ello contribuyó inmensamente al resurgimiento del espíritu
religioso.
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