martes, 19 de enero de 2016

SANTOS MARIO, MARTA Y SUS HIJOS



Ejemplo de familias cristianas, San Mario, su mujer Marta y sus dos hijos, Abaco y Audifax, de la nobleza persa, dejaron su tierra y se dirigieron a Roma, para visitar los sepulcros de los mártires y consolar a los cristianos que sufrían en la prisión.

Con la ayuda de un sacerdote, pudieron dar cristiana sepultura a 260 mártires, cuyos cuerpos estaban decapitados y permanecían en el campo expuestos a las inclemencias del tiempo. Pero mientras realizaban su buena obra, fueron sorprendidos por las autoridades romanas y llevados ante tribunal. El prefecto Flaviano y el gobernador Marciano, habrían realizado el interrogatorio.

Durante el imperio de Decio, éste había ordenado que aquellos que fueran sospechosos de ser cristianos, para no ser condenados a muerte debían hacer un acto de adhesión al culto pagano como adorar la estatua del emperador, o quemar un gramo de incienso ante la estatua de algún Dios. Por supuesto, Mario y su familia no aceptaron tal cosa y fueron decapitados.

Se les dio sepultura en un campo donde luego se edificó una iglesia, meta de innumerables peregrinaciones durante la Edad Media.

Pidamos por su intercesión que nos dé el Señor gozar de la paz en esta tierra y encontrar luego la alegría en la vida eterna.

Sus reliquias en Chile

Las reliquias de San Mario, estuvieron ocultas por muchos años en el interior de la Iglesia San Ignacio de Loyola en Santiago de Chile, hasta que por casualidad fueron encontradas el 24 de junio de 1994. Las reliquias fueron traídas de Roma, de las catacumbas, en el siglo XVIII por el Padre Haymbhausen, ocultas dentro de esta imagen de cera que encargó en su tierra natal, Baviera. Estos restos fueron traídos especialmente para acrecentar, en Chile, la devoción a este Santo Mártir. Se encuentran ubicados bajo el altar donde está la pintura de San Ignacio.

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