sábado, 27 de diciembre de 2014

SAN JUAN EVANGELISTA



Este apóstol tuvo la inmensa dicha de ser el discípulo más amado por Jesús. Y se ha hecho muy famoso por haber compuesto el cuarto evangelio.

Nació en Galilea. Era hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor. Su oficio era el de pescador. Parece que fue uno de los dos primeros discípulos de Jesús, junto con Andrés. Los dos eran también discípulos de Juan Bautista y un día al escuchar que el Bautista señalaba a Jesús y decía: "Este es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo", se fueron detrás de Él. Jesús se volvió y les dijo: "¿Qué buscan?". Ellos le respondieron: "Señor: ¿dónde habitas?". Y Jesús les dijo: "Vengan y verán". Y se fueron con él y estuvieron en su compañía toda la tarde recibiendo sus enseñanzas. Durante toda su vida, jamás Juan podrá olvidar el día, la hora y el sitio en que se encontró por primera vez con Jesucristo. Fue el momento más decisivo de su existencia.

Juan estaba después un día con su hermano Santiago, y con sus amigos Simón y Andrés, remendando las redes a la orilla del lago, cuando pasó Jesús y les dijo: "Vengan conmigo y los haré pescadores de almas". Inmediatamente, dejando a su padre y a su empresa pequeña, se fue con Cristo a dedicarse para siempre y por completo a extender el Reino de Dios.

Juan evangelista hizo parte, junto con Pedro y Santiago, del pequeño grupo de preferidos que Jesús llevaba a todas partes y que presenciaron sus más grandes milagros. Los tres estuvieron presentes en la Transfiguración, y presenciaron la resurrección de la hija de Jairo. Los tres presenciaron la agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos. Junto con Pedro, fue este apóstol encargado por Jesús de prepararle la Última Cena.

Al ver la mamá de Santiago y Juan que Jesús los prefería tanto, y aconsejada por ellos dos, que eran bien orgullosos, se atrevió a pedirle al Señor una gracia muy especial: que cuando él empezara a reinar, nombrara a Juan primer ministro y a Santiago ministro también. Jesús le respondió que el señalar los primeros puestos en el Reino de los cielos le correspondía al Padre Celestial, y que estos ya estaban determinados para otros. Los demás apóstoles se indignaron contra estos dos vanidosos, pero Jesús aprovechó aquella ocasión para recordarles que en el Reino de los cielos ocuparán los primeros puestos los que se hayan dedicado a prestar servicios humildes a los demás.

A Juan y su hermano Santiago les puso Jesús un sobrenombre: "Hijos del trueno". Y esto se debió a que un día fueron los apóstoles a pedir hospedaje en un pueblo de samaritanos que odiaban a los judíos y nadie les quiso proporcionar nada. Entonces estos dos hermanos, que eran violentos, le propusieron a Jesús que les mandara a aquellos maleducados samaritanos alguno de los rayos que tenía desocupados por allá en las nubes. Jesús tuvo que regañarlos porque no habían comprendido todavía que Él no había venido a hacer daño a ninguno, sino a tratar de salvar a cuantos más pudiera. Más tarde estos dos hermanos tan vanidosos y malgeniados, cuando reciban el Espíritu Santo, se volverán humildes y sumamente amables y bondadosos.

En la Última Cena tuvo el honor de recostar su cabeza sobre el corazón de Cristo.

Juan Evangelista fue el único de los apóstoles que estuvo presente en el Calvario al morir Jesús. Y recibió de Él en sus últimos momentos el más precioso de los regalos. Cristo le encomendó que se encargara de cuidar a la Madre Santísima María, como si fuera su propia madre, diciéndole: "He ahí a tu madre". Y diciendo a María: "He ahí a tu hijo".

El domingo de la resurrección, fue el primero de los apóstoles en llegar al sepulcro vacío de Jesús. Se fue corriendo con Pedro al oír la noticia de que el sepulcro estaba vacío, pero como era más joven, corrió a mayor velocidad y llegó primero. Sin embargo por respeto a Pedro lo dejó entrar a él primero y luego entró él también y vio y creyó que Jesús había resucitado.

Después de la resurrección de Cristo, cuando la segunda pesca milagrosa, Juan fue el primero en darse cuenta de que el que estaba en la orilla era Jesús. Luego Pedro le preguntó al Señor señalando a Juan: "¿Y éste qué será?". Jesús le respondió: "Y si yo quiero que se quede hasta que yo venga, a ti qué?". Con esto algunos creyeron que el Señor había anunciado que Juan no moriría. Pero lo que anunció fue que se quedaría vivo por bastante tiempo, hasta que el reinado de Cristo se hubiera extendido mucho. Y en efecto vivió hasta el año 100, y fue el único apóstol al cual no lograron matar los perseguidores.

Después de recibir el Espíritu Santo en Pentecostés, Juan iba con Pedro un día hacia el templo y un pobre paralítico les pidió limosa. En cambio le dieron la curación instantánea de su enfermedad. Con este milagro se convirtieron cinco mil personas, pero los apóstoles fueron llevados al tribunal supremo de los judíos que les prohibió hablar de Jesucristo. Pedro y Juan les respondieron: "Tenemos que obedecer a Dios, antes que a los hombres". Los encarcelaron, pero un ángel llegó y los libertó. Otra vez los pusieron presos y les dieron 39 azotes a cada uno. Ellos salieron muy contentos de haber tenido el honor de sufrir esta afrenta por amor al Señor Jesús, y siguieron predicando por todas partes.

Juan, para cumplir el mandato de Jesús en la cruz, se encargó de cuidar a María Santísima como el más cariñoso de los hijos. Con Ella se fue a evangelizar a Éfeso y la acompañó hasta la hora de su gloriosa muerte.

El emperador Dominiciano quiso matar al apóstol San Juan y lo hizo echar en una olla de aceite hirviente, pero él salió de allá más joven y más sano de lo que había entrado, entonces fue desterrado de la isla de Patmos, donde fue escrito el Apocalipsis.

Después volvió otra vez a Éfeso donde escribió el Evangelio según San Juan, que es el libro que lo ha hecho tan famoso. Este libro tiene un estilo elevadísimo e impresionantemente hermoso. Agrada mucho a las almas místicas, y ha convertido a muchísimos con su lectura.

A San Juan Evangelista lo pintan con un águila al lado, porque es el escritor de la Biblia que se ha elevado a más grandes alturas de espiritualidad con sus escritos. Ningún otro libro tiene tan elevados pensamientos como en su evangelio.

Dice San Jerónimo que cuando San Juan era ya muy anciano se hacía llevar a las reuniones de los cristianos y lo único que les decía siempre era esto: "hermanos, ámense los unos a otros". Una vez le preguntaron por qué repetía siempre lo mismo, y respondió: "es que ese es el mandato de Jesús, y si lo cumplimos, todo lo demás vendrá por añadidura".

San Epifanio dice que San Juan murió hacia el año cien, a los 94 años de edad. Poco antes había ido a un monte tenebroso a convertir a un discípulo suyo que se había vuelto guerrillero, y lo logró convertir volviéndolo bueno otra vez. Dicen los antiguos escritores que amaba mucho a todos pero que les tenía especial temor a los herejes porque ellos con sus errores pierden muchas almas.

MANUEL PAYNO



Nació en México, en 1810. Murió en  San Ángel, Distrito Federal, en 1894. Escritor mexicano. Terminados sus estudios, Manuel Payno trabajó como meritorio en la aduana de su ciudad natal. Después pasó al Ministerio de Guerra con el grado de Teniente Coronel como jefe de sección. En 1842 se le nombró secretario de la Delegación Mexicana en Sudamérica e hizo su primer viaje a Francia e Inglaterra. Más tarde, el presidente Santa Anna lo envió a Nueva York y Filadelfia para estudiar el sistema penitenciario.
En 1847 combatió contra los norteamericanos y estableció el servicio secreto de correos entre México y Veracruz. Durante la administración de José Joaquín de Herrera fue ministro de Hacienda 1850-1851 y durante el gobierno de Comonfort fue secretario de esa misma cartera. Payno contribuyó al golpe de Estado de 1857, por lo que se le procesó y apartó de la política. Restaurada la República, fue varias veces diputado.
En 1882, con el gobierno de Manuel González, fue enviado a París. En 1886 fue nombrado cónsul de Santander y después cónsul general de España. A su regreso al México en 1892, fue senador.
La obra de Manuel Payno

Aunque cultivó la poesía en su juventud y escribió para el teatro, la mayor aportación literaria de Manuel Payno está en el campo de la novela. Con la novela folletinesca El fistol del diablo 1845-1846 inició en México la modalidad de la edición por entregas, e inauguró el cultivo de la novela romántica, a la que aproximó al realismo. Su obra más importante, escrita durante su estancia en España, es Los bandidos de Río Frío 1889-1891, recreación del México de la primera mitad del s. XIX.

viernes, 26 de diciembre de 2014

SAN ESTEBAN



Esteban era uno de los hombres de confianza de los apóstoles. La S. Biblia, en los Hechos de los Apóstoles narra que cuando en Jerusalén hubo una protesta de las viudas y pobres que no eran israelitas porque en la distribución de las ayudas se les daba más preferencia a los que eran de Israel que a los pobres que eran del extranjero, los 12 apóstoles dijeron: "A nosotros no nos queda bien dejar nuestra labor de predicar por dedicarnos a repartir ayudas materiales".

Y pidieron a los creyentes que eligieran por voto popular a siete hombres de muy buena conducta y llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, para que se encargaran de la repartición de las ayudas a los pobres.

Y entre los siete elegidos, resultó aclamado Esteban junto con Nicanor, Felipe y otros.

Fueron presentados a los apóstoles los cuales oraron por ellos y les impusieron las manos, quedando así ordenados de diáconos palabra que significa "ayudante", "servidor". Diácono es el grado inmediatamente inferior al sacerdote.

Los judíos provenientes de otros países, al llegar a Jerusalén empezaron a discutir con Esteban que les hablaba muy bien de Jesucristo, y no podían resistir a su sabiduría y al Espíritu Santo que hablaba por medio de él. Siempre les ganaba las discusiones.

Lo llevaron ante el Tribunal Supremo de la nación llamado Sanedrín, para acusarlo con falsos testigos, diciendo que él afirmaba que Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes de Moisés. Y los del tribunal al observarlo vieron que su rostro brillaba como el de un ángel.

Esteban pronunció entre el Sanedrín un impresionante discurso en el cual fue recordando toda la historia del pueblo de Israel. Está en el Capítulo 7 de los Hechos de los Apóstoles y les fue echando en cara a los judíos que ellos siempre se habían opuesto a los profetas y enviados de Dios, terminando por matar al más santo de todos, Jesucristo el Salvador. Al oír esto, ellos empezaron a rechinar de rabia.

Pero Esteban lleno del Espíritu Santo miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba en pie a la derecha de Dios y exclamó: "Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie a la derecha de Dios". Entonces ellos llenos de rabia se taparon los oídos y se lanzaron contra él.

Lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon. Los que lo apedreaban dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de este mártir y que aprobaba aquel delito.

Mientras lo apedreaban, Esteban decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Y de rodillas dijo con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Y diciendo esto, murió.

Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban y la comunidad hizo gran duelo por él.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

SAN CHÁRBEL



Nació en el pueblo de Beqakafra, a 140km. del Líbano, capital libanesa, el 8 de mayo, de 1828.  Era el quinto hijo de Antun Makhlouf y Brigitte Chidiac, una piadosa familia campesina. Fue bautizado a los ocho días en la Iglesia de Ntra. Señora en su pueblo natal, recibiendo por nombre Yusef, José. A los tres años el padre de Yusef fue inscrito en el ejército turco en la guerra contra los egipcios y muere cuando regresaba a casa. Su madre cuida de la familia siendo gran ejemplo de virtud y fe. Pasado un tiempo, ella se casa de nuevo con un hombre devoto quien eventualmente será ordenado sacerdote en el rito maronita, hombres casados son elegibles al sacerdocio. 

Yusef ayudó a su padrastro en el ministerio sacerdotal.  Ya desde joven era ascético y de profunda oración. Yusef estudió en la pequeña escuela parroquial del pueblo.  A la edad de 14 años fue pastor de ovejas y aumenta su oración. Se retiraba con frecuencia a una cueva que descubrió cerca de los pastizales para adentrarse en horas de oración.  Por ello recibió muchas burlas de otros jóvenes pastores. Dos de sus tíos maternos eran ermitaños pertenecientes a la Orden Libanesa Maronita. Yusef acudía a ellos con frecuencia para aprender sobre la vida religiosa y el monacato en especial. 

Vocación

A los 20 años de edad, Yusef es el sostén de su casa. Es el tiempo de contraer matrimonio pero el se siente llamado a otra vida.  Después de tres años de espera, escuchó la voz del Señor: "Deja todo, ven y sígueme".  Así, una mañana del año 1851 se dirige al convento de Ntra. Señora de Mayfouq, donde fue recibido como postulante. Al entrar en el noviciado renuncia a su nombre bautismal y escoge como nombre de consagración: Chárbel.  
Un tiempo mas tarde lo envían al Convento de Annaya, en donde profesó los votos perpetuos como monje en 1853.  Lo enviaron inmediatamente al Monasterio de San Cypriano de Kfifen, donde realizó sus estudios de filosofía y teología, llevando una vida ejemplar de obediencia y observancia.  Fue ordenado sacerdote el 23 de julio, de 1859 por Mons. José al Marid, bajo el patriarcado de Paulo Massad. Al poco tiempo regresó al Monasterio de Annaya por orden de sus superiores. Ahí pasó muchos años de vida ejemplar de oración y apostolado.  Entre estos, el cuidado de los enfermos, el pastoreo de almas y el trabajo manual en cosas muy humildes.

Ermitaño

Chárbel recibió autorización para la vida ermitaña el 13 de febrero, de 1875. Desde ese momento hasta su muerte, ocurrida en la ermita de los Santos Pedro y Pablo, la víspera de la Navidad del año 1898, se dedicó a la oración rezaba 7 veces al día la Liturgia de las Horas, la ascesis, la penitencia y el trabajo manual.  Comía una vez al día y llevaba silicio. 

Muerte y milagros

El padre Chárbel alcanzó la celebridad después de su muerte. Dios quiso señalar a este santo por numerosos prodigios: Su cuerpo se ha mantenido incorrupto, sin la rigidez habitual, con la temperatura de una persona viva. Suda sangre, ocurren prodigios de luz constatados por muchas personas. El pueblo lo veneraba como santo aunque la jerarquía y sus mismos superiores prohibieron su culto formal mientras la Iglesia no pronunciara su veredicto.  

En 1950, al pasarle un amito por la cara, quedó impreso en la prenda el rostro de Cristo como en el Sudario de Turín.  

Beatificación y Canonización

Dado al constante culto del pueblo, el Padre Superior General Ignacio Dagher solicitó al Papa Pío XI en 1925, la apertura del proceso de beatificación del P. Chárbel.  Fue beatificado durante la clausura del Concilio Vaticano II, el 5 de diciembre, de 1965 por el Papa Pablo VI.  El Papa dijo: "Un ermitaño de la montaña libanesa está inscrito en el número de los Bienaventurados... Un nuevo miembro de santidad monástica enriquece con su ejemplo y con su intercesión a todo el pueblo cristiano. El puede hacernos entender, en un mundo fascinado por las comodidades y la riqueza, el gran valor de la pobreza, de la penitencia y del ascetismo, para liberar el alma en su ascensión a Dios".

El 9 de octubre de 1977, durante el Sínodo Mundial de Obispos, el Papa canonizó al P. Chárbel con la siguiente proclama: "En honor de la Santa e Individua Trinidad, para la exaltación de la fe católica y promoción de la vida cristiana, con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, después de madura deliberación y tras implorar intensamente la ayuda divina... decretamos y definimos que el beato Chárbel Majluf es SANTO, y lo inscribimos en el catálogo de los santos, estableciendo que sea venerado como santo con piadosa devoción en toda la Iglesia. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo."
Es el primer santo oriental desde el siglo XIII.

Oración

Dios, infinitamente santo y glorificado en medio de tus santos. Tú que inspiraste al santo monje y ermitaño Chárbel para que viviese y muriese en perfecta unión con Jesús Cristo, dándose la fuerza para renunciar al mundo y hacer triunfar desde su ermita, el heroísmo de sus virtudes monásticas: pobreza, obediencia y santidad. Te imploramos nos concedas la gracia de amarte y servirte siguiendo su ejemplo.

Dios Todopoderoso, Tú que has manifestado el poder de la intercesión de San Chárbel a través de sus numerosos milagros y favores, concédenos   la gracia que te imploramos por su intercesión.  Amén. (Padrenuestro, Ave María y Gloria)

martes, 23 de diciembre de 2014

CARMEN SERDÁN



María del Carmen Serdán Alatriste; Puebla de Zaragoza, 1875 - 1948 Heroína de la Revolución Mexicana de 1910 entre cuyas cualidades se destaca la fortaleza y tenacidad de su carácter y su brío y valor en la lucha contra la dictadura de Porfirio Díaz. Junto a su hermano Aquiles, que lideraba el alzamiento en Puebla, participó en el primer enfrentamiento armado de la Revolución.

Hija de Manuel Serdán y Carmen Alatriste, su madre contaba entre sus ancestros con un ilustre general, el liberal Miguel Cástulo Alatriste, bisabuelo de la pequeña Carmen. Tras las primeras letras, recibió una cuidada educación en el Colegio Teresiano. La prematura pérdida del padre cuando contaba siete años de edad forjó el fuerte carácter de Carmen, que tuvo pronto que asumir responsabilidades familiares y ocuparse de sus hermanos menores, Natalia, Aquiles y Máximo.

En el marco del ocaso de la dictadura porfirista, los hermanos Serdán abrazaron la causa anti-reeleccionista que lideraba Francisco I. Madero. En 1909 Aquiles Serdán fue elegido presidente de la sección de Puebla del Partido Nacional Antirreleccionista. Como tal estaba en el punto de mira de las autoridades, a las que había logrado eludir gracias a sus tretas y la ayuda de Carmen, quien por otra parte se ocupaba de las labores de propaganda y de la compra y distribución de armas y explosivos entre los seguidores de la causa, tareas que desempeñaba con el pseudónimo de Marcos Serrato. Con ese mismo alias colaboró en la publicación clandestina No-reelección.

Entretanto, su radical oposición a la dictadura de Porfirio Díaz había llevado a Francisco I. Madero a la cárcel 1910. Madero huyó a Texas y organizó desde allí la Revolución. Carmen y Aquiles Serdán se dirigieron a Texas para recibir instrucciones; por el camino tuvieron noticia del Plan de San Luis, llamamiento que Madero dirigía al pueblo mexicano para que se levantase en armas a las seis de la tarde del domingo 20 de noviembre. Madero encargó a Aquiles Serdán preparar el alzamiento revolucionario en Puebla.

De regreso a Puebla, el disparo accidental de un arma en casa de los Serdán levantó nuevas sospechas sobre las actividades que allí se desarrollaban. El 18 de noviembre de 1910 cinco policías se presentaron en el domicilio con orden de detener a Aquiles Serdán; el tiroteo que se desató forzó a las autoridades a enviar más efectivos. Carmen resultó gravemente herida cuando llevaba municiones a los revolucionarios, refugiados en la azotea. Tras varias horas de fuerte resistencia, los federales tomaron la casa. Carmen, su madre y su cuñada Filomena del Valle fueron conducidos primero a la cárcel de la Merced y luego al hospital de San Pedro. Su hermano Máximo y los demás hombres habían caído en el asalto. La madrugada del 19 Aquiles Serdán, que se había ocultado en el sótano, fue abatido cuando intentaba abandonar su escondrijo.

La lucha de Carmen Serdán por la causa revolucionaria proseguiría en los años siguientes. En 1913, tras el golpe de estado de Victoriano Huerta, formó parte de la Junta Revolucionaria de Puebla. En 1914 se entrevistó con Venustiano Carranza, primer jefe del Ejército Constitucionalista, y apoyó su partido trabajando como enfermera en los hospitales militares. Por su valor simbólico fue el punto en el que tuvieron lugar los primeros combates de la Revolución Mexicana, la casa de los Serdán sería luego convertida en el Museo de la Revolución de Puebla.

SAN JUAN CANCIO



Cuando era estudiante los compañeros le decían que el ayunar y dejar de comer carne era dañoso para la salud, y les respondía que los antiguos monjes nunca comían carne y ayunaban muchas veces y llegaban hasta los ochenta años llenos de salud física y mental.
Un día estando almorzando vio pasar por frente a la puerta a un mendigo muy hambriento. Salió y le regaló su almuerzo. Sintió entonces una alegría tan grande al recordar que quien atiende al pobre, atiende a Cristo, que después cuando sea profesor de la universidad, todos los días le dará un almuerzo a un pobre. Cuando alguien le decía: "Ya viene el pobre", él añadía: "Ya viene Jesucristo", porque recordaba lo que dijo Jesús: "Yo les diré: tuve hambre y me dieron de comer. Porque todo favor que han hecho a cualquiera de estos mis humildes hermanos, yo lo recibo como si me lo hubieran hecho a Mí en persona"

Siendo joven sacerdote lo nombraron profesor de la universidad. Pero otros sintieron envidia contra él por este cargo, e hicieron que lo nombraran como párroco de un pueblo lejano. Allá se hizo querer tanto, que el día que lo trasladaron otra vez hacia la capital, centenares de feligreses lo acompañaron por varios kilómetros, dando grandes demostraciones de tristeza. Él se despidió de ellos con estas palabras: "La tristeza no es provechosa. Si algún bien les he hecho en estos años canten un himno de acción de gracias a Dios, pero vivan siempre alegres y contentos, que así lo quiere Dios".

Nuevamente lo nombraron profesor de la Universidad de Cracovia (que es la segunda ciudad de Polonia) y durante muchos años dio allí la clase de Sagrada Escritura o explicación de la Santa Biblia. Su fama llegó a ser sumamente grande.

Los ratos libres los dedicaba a visitar pobres y enfermos. Lo que ganaba estaba a disposición de los pobres de la ciudad, que muchas veces lo dejaron en la ruina.
En las discusiones repetía lo que decía San Agustín: "Combatimos el pecado pero amamos al pecador. Atacamos el error, pero no queremos violencia contra nadie, la violencia siempre hace daño, en cambio la paciencia y la bondad abren las puertas de los corazones".

Cuando predicaba acerca del pecado lloraba al recordar la ingratitud de los pecadores hacia Dios, y la gente al verlo llorar se conmovía y cambiaba de conducta.

A sus alumnos les repetía estos consejos: "Cuídense de ofender, que después es difícil hacer olvidar la ofensa. Eviten murmurar, porque después resulta muy difícil devolver la fama que se ha quitado".

Sus alumnos y sus beneficiados recordaron con gratitud su nombre por muchos años. Fueron centenares los sacerdotes formados espiritualmente por él. La gente lo llamaba: "el padre de los pobres".

Sintiendo que llegaba la muerte y siendo ya muy anciano, dejó todas las demás actividades y se dedicó únicamente a prepararse bien antes de morir. Y el 24 de diciembre de 1473, rodeado por sus muy amados profesores de la universidad, después de recibir los santos sacramentos, murió santamente.

En su sepulcro se obraron tantos milagros y por su intercesión se consiguieron tan admirables favores, que el Sumo Pontífice lo declaró santo.

También en las universidades se producen santos. Como ejemplo San Cancio, el cual ruegue siempre a Dios por todos los alumnos y profesores de todas las universidades del mundo.

JOSÉ MARÍA PINO SUAREZ



José María Pino Suárez nació en  Tenosique, Tabasco, el 8 de septiembre de 1869  Ciudad de México, 22 de febrero de1913 fue un político, abogado, poeta, periodista y revolucionario mexicano que sirvió como el séptimo y último vicepresidente de México de 1911 hasta su asesinato en 1913, durante los eventos de la denominada decena trágica. Durante su trayectoria fue también secretario de justicia 1910 en el gabinete provisional de Francisco I. Madero, gobernador de Yucatán 1911, secretario de instrucción pública y bellas artes 1912-1913 y presidente del Senado 1911-1912. Como periodista, fue fundador y director de El Peninsular, y como poeta, fue autor de varias obras que se publicaron tanto en México como en Europa. En 1969, su viuda, María Cámara Vales, recibió la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República, reconociendo el sacrificio de Pino Suárez por la democracia y la libertad en el país. Es conocido como el "Caballero de la Lealtad".

Fue hijo del comerciante José María Pino, natural de Mérida Yucatán, y de Josefa Suárez. Sus abuelos paternos fueron José María Pino y Perfecta Salvatiel, mientras que sus abuelos maternos fueron José Eusebio Suárez y Baltasar Abreu. Su bisabuelo fue Pedro Sainz de Baranda y Borreiro. Poco después del nacimiento de José María murió su madre. Su padre, un ocupado hombre de negocios encargó su educación a un tutor privado. Al llegar Pino Suárez a la adolescencia, se decidió que realizara sus estudios en la ciudad de Mérida Yucatán. Ahí ingresó al Colegio de San Ildefonso, una escuela jesuita que llevaba un plan de estudios basado en el del Liceo Francés. Al terminar sus estudios de preparatoria, entró a la Escuela de Jurisprudencia de Yucatán de la que se graduó el 12 de septiembre de 1894.

Al graduarse de abogado, se dedicó al ejercicio de su profesión. En 1896, recién casado, viajó a la Ciudad de México, donde asociándose con su tío, Joaquín Casasús, abrió un despacho de abogados. Dedicado a esto, y a su poesía, la cual nunca dejó de escribir en su tiempo libre.

En 1899 decidió regresar a Mérida para entrar en actividades comerciales con su suegro, Raymundo Cámara Luján.

Pino Suárez de una familia connotada en la península de Yucatán.

Su bisabuelo fue Pedro Sainz de Baranda y Borreiro 1787-1845, un marino y político novohispano nacido en San Francisco de Campeche instruido en la Armada Española, que tomó parte, en su juventud en batalla de Trafalgar, sirviendo en el buque Santa Ana que peleó contra el buque insignia Británico del Almirante Cuthbert Collingwood, el HMS Royal Sovereign. Sainz de Baranda jugó un papel importante en la creación de la primera Marina del México independiente por lo cual algunos lo consideran el padre de la Armada Mexicana.

Hijos de Pedro Sainz de Baranda y por tanto tíos abuelos de José María Pino Suárez, fueron los campechanos, Joaquín Baranda y Pedro Baranda. El primero, abogado, político, escritor e historiador mexicano que sirvió como Secretario de Justicia e Instrucción Pública 1882-1901 del presidente Porfirio Díaz.

El general Pedro Baranda y Quijano, fue diputado constituyente en 1857, e impulsó la creación de los estados de Campeche y Morelos, siendo el primer gobernador de este último.

También tío de Pino Suárez, fue el tabasqueño, Joaquín Casasús, abogado y economista, del Porfiriato, presidente de la Academia Mexicana de la Lengua.

Pino Suárez se casó con María Cámara Vales, hija de Raymundo Cámara Luján quien perteneció a la denominada casta divina en el Yucatán decimonónico.

Fue miembro del Partido Nacional Anti reeleccionista, y se unió a Francisco I. Madero al paso de éste por Yucatán haciendo campaña política. Pino Suárez organizó grupos leales en Tabasco y Yucatán. Además cuando Madero estuvo preso en San Luis Potosí, Pino Suárez le escribió regularmente informándole de los progresos revolucionarios en Yucatán y Tabasco.

Fue candidato al gobierno de Yucatán apoyado por el Partido Nacional Anti reeleccionista que representaba a la corriente maderista, contendiendo contra Delio Moreno Cantón y Enrique Muñoz Arístegui. Mediante un fraude electoral evidente, el triunfo fue otorgado a Muñoz Aristegui, condidato oficial del porfiriato, iniciándose casi de inmediato una persecución política artera en contra de los dos candidatos perdedores que los hace huir temporalmente del estado.

Cuando Madero se liberó de la prisión y asumió la presidencia provisional conforme al Plan de San Luis, nombró a Pino Suárez gobernador de Yucatán, desempeñándose como tal del 5 de junio al 8 de agosto de 1911. Después al constituirse el gabinete en Ciudad Juárez, Madero nombró a Pino Suárez secretario de justicia, cargo que desempeñó de septiembre hasta el día 13 de noviembre de 1911.

En ese año se convocó a nuevas elecciones en Yucatán y en el mes septiembre volvieron a realizarse. Ya con Madero a punto de asumir la presidencia de México, decidieron presentarse nuevamente a la lisa electoral los candidatos perdedores de la contienda anterior: Delio Moreno y Pino Suárez. Todo parecía indicar que Delio Moreno sería el ganador por su abrumadora popularidad, el triunfo favoreció a José María Pino Suárez, quien asumió la gubernatura Constitucional de Yucatán el 17 de octubre de 1911.

Poco tiempo después, el 15 de noviembre de 1911, Pino Suárez pidió licencia indefinida para asumir el cargo de vicepresidente para el que había sido electo, acudiendo al llamado que meses más tarde le costaría la vida. A su cargo de vicepresidente se sumó después el de Secretario de Justicia y Bellas Artes. En Yucatán, mientras tanto, el Congreso estatal designó como gobernador a Nicolás Cámara Vales, cuñado de Pino Suárez, contra quien Delio Moreno se rebeló el mismo año de 1911, iniciando un movimiento infructuoso desde la población de Opichén.

Al instalarse el nuevo gobierno federal en México, los enemigos políticos de Madero hicieron imposible su gobierno y, mediante diversas maniobras, forzaron a los recién electos a renunciar a sus respectivos cargos el día 9 de febrero de 1913, durante la revuelta conocida como la Decena Trágica.


Leal a Madero, Pino Suárez murió junto a él y por la misma causa. El día22 de febrero de 1913, ambos fueron asesinados arteramente cerca de la penitenciaría de la Ciudad de México, donde se les trasladaba con ese propósito premeditado. Los acontecimientos de la Decena Trágica fueron encabezados por Bernardo Reyes, Félix Díaz y Victoriano Huerta. Cuando se conoció el asesinato del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez, se originó en el resto del país una unificación de criterios contra el General Victoriano Huerta y sus secuaces, habiendo levantamientos armados contra las tropas del Gobierno Federal.